Filmado durante una actuación en Roma, 'The Walking Man' es una imagen intrigante de las muchas caras de una ciudad. Arquitectura, cultura, habitantes, paisajes, esperanzas y contradicciones están unidas por un único hilo de continuidad: un hombre que camina solo por la ciudad. La cámara lo sigue a distancia, se detiene cuando él se detiene, mira donde él mira, se desplaza hacia donde quiere colocar al espectador. Este viaje arroja luz sobre los contrastes más marcados de Roma: el centro de la ciudad y las afueras, el hormigón y la naturaleza, la historia antigua y la globalización. El rico telón de fondo audiovisual trae el concepto de "la experiencia", ampliamente tratada en teatro, traída al cine. 

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