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  • Si Mies levantara la cabeza

    Casa Fernández, Benidorm
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    Casa Fernández, Benidorm
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    Casa Fernández, Benidorm
  • Si Mies levantara la cabeza

    Casa Fernández, Benidorm

Qué pasaría si...

 

Corría 1971 cuando a Paquita la del estanco le tocó la lotería, pocos meses antes de aquel verano en el que Mies visitó, ya en su vejez, Benidorm. Ella de arquitectura sabía poco (por no decir nada), pero quiso la casualidad que, estando en la peluquería enchufada al secador, leyese en el HOLA que el ilustre arquitecto rondaba por la zona. Y al día siguiente, habiéndolo consultado con la almohada, pesetas en mano se fue a por él. “La verdad es que es un buen pellizco…”, pensaba tras la reunión Mies, disfrutando de una sangría en la piscina del Hotel Pelícano donde se hospedaba; “Podría reciclar algún proyecto…”, volaban las ideas enredándose con el humo de su puro. Y aceptó. Había nacido la Casa Fernández.

Pues resulta que aquella casa no tenía ningún sentido, o al menos eso pensó su dueña al poco de vivir allí. Que aquí me va a ver todo el mundo; que vaya calor hace en verano; que cómo voy a dormir con tanta ventana sin persiana; que dónde se van a meter mis hijos y mis nietos cuando vengan, si casi no quepo ni yo. Y poco a poco, con el paso de los años, Paquita fue transformándola para asombro de cercanos y extraños. “Pero Paquita, mujer, no puedes hacerle eso a la casa, ¡Que es de Mies!” le decía la gente cada vez que hacía reformas, como el techado para el coche de la entrada o las barandillas del porche. “¿Que no?” respondía con la cabeza bien alta y una sonrisa de medio lado la orgullosa dueña. “Esta casa no es de Míes, esta casa es MÍA”.

 

 

Modelado y remodelado de la Casa Fansworth (Mies van der Rohe, 1946) y pequeño fragmento de texto.

Pieza artística presentada en UCRONÍA, segunda edición de MICRO EXPOSICIÓN ATEMPORAL

Ver versión interactiva 360º: Acceder al tour virtual

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