Se trata de la construcción de 15 viviendas en una parcela perteneciente al PERI desarrollado sobre la manzana que ocupa actualmente el seminario. El objetivo de dicho plan es posibilitar la conexión entre la Avenida de Santa Marta y la Avenida de las Flores. Para ello se crea un viario interior que actúa como charnela, dividiendo la unidad en dos zonas: seminario y área residencial. El resultado es una banda de edificación que construye de forma clara el límite de la manzana, protegiendo y cualificando un jardín interior.
El proyecto responde a esta situación planteando una fachada homogénea y continua hacia el exterior, y discontinua y abierta hacia el jardín. La primera está definida por la modulación que organiza la distribución de las viviendas, mientras que la segunda se construye con las galerías de acceso, abiertas a Este, que se ensanchan para posibilitar la estancia y el juego.
La planta baja se libera del uso residencial, excavándose para hacer permeable del solar. Un local comercial, un gran armario para el aparcamiento de bicicletas y el vestíbulo de acceso, ordenan los recorridos.
Las viviendas son sencillas: el espacio central es un amplio vestíbulo desde el que se accede a todas las estancias, eliminando pasillos innecesarios. Esto proporciona una genuina flexibilidad de usos basada en la disponibilidad y la continuidad visual y espacial.
Se plantea la construcción de una fachada ventilada con la hoja exterior de ladrillo visto, concebido y tratado como un envoltorio tosco mediante la aplicación de una lechada de cemento. Las ventanas, carpinterías de aluminio y vidrio de reflexión diferenciada, se superponen al muro, tensándolo. La condición contradictoria de la fachada, monolítica y delicada a la vez, confiere al edificio una imagen que pretende dar respuesta a un lugar sin carácter definido desde su presencia material y capacidad de evocación.
Beca