Si bien las viviendas -lugar de la vida íntima y de la expresión personal- son las que delimitan el perímetro interior de las poblaciones, es sin embargo el espacio público -por el que deambulamos y donde se produce la expresión colectiva- el que crea ciudad. Cuando éste desaparece, se degrada o se le da la espalda, lo que encontramos en su lugar no son más que edificaciones que establecen entre sí relaciones de proximidad por su ubicación. Se yuxtaponen, se juntan, se separan, se enfrentan… Un edificio de viviendas al lado de otro no crea espacio público. Por desgracia para entender esto no nos hace falta poner ejemplos.
Por otro lado construcción de una plaza, un lugar singular dentro del espacio público, adquiere una importancia clave en un pueblo como Garrucha. Primero por la escasez de este tipo de acontecimientos dentro de su trama urbana, pero principalmente porque puede, y en este caso debe dotar de identidad a la localidad. Esto en un pueblo que no adquirió entidad administrativa propia hasta su separación de Vera en el S XIX es clave.
Nombrar las cosas ayuda a comprenderlas. Nosotros hemos llamado a esta propuesta LA PLAZA DEL PUEBLO. Si bien el perímetro donde se ubica ya existía con anterioridad a las obras actuales, este lugar era en realidad la sucesión de tres espacios yuxtapuestos a los que se les llamaba, Plaza de Pedro Gea, Plaza del Ancla y Plaza del Ayuntamiento. La pregunta que plantea por tanto el concurso es: ¿Cuáles son las condiciones para crear un espacio público en Garrucha? O dicho de otra forma, ¿Cómo se construye la plaza del pueblo? Para nosotros estas condiciones son 3:
·La cultura.
·Lo local.
·La representación.
LA CULTURA
Entendida como herramienta que nos permite establecer una relación con la naturaleza, un diálogo entre humanos y no humanos, entre un pueblo y su mar. El mar como motor económico que ha permitido el desarrollo del pueblo, como puerto pesquero, como puerto desde el que exportar las materias primas que se extraían de las canteras cercanas y como playa soporte de la actividad turística en el último siglo. El mar como verdadero elemento de identidad del pueblo. Como tal confiamos en él como material con el que construir la plaza del pueblo. Una inundación ficticia, un deshielo de los polos adelantado que permite que el mar, en especial sus reflejos, sean los generadores de la identidad de Garrucha. Al mismo tiempo aquello que nos permite hablar de ecología, entendida ésta como el reciclaje de espacios, como economía de medios en la reutilización de una obra existente o como utilización de materiales procedentes del reciclaje, de bajo consumo o escaso mantenimiento.
LO LOCAL
El pueblo entero se estructura de forma paralela a la línea de costa, decreciendo el nivel de dotaciones y comercios conforme nos alejamos del mar. Las dos primeras líneas son por tanto las principales. El paseo marítimo es el eje representativo, por la imagen cercana del mar y lugar de máxima atracción turística. La calle mayor, primera vía paralela, recoge todas las funciones diarias de la población, con la mayoría de los comercios, oficinas e incluso supermercados en su ampliación hacia las afueras, siendo además el principal eje de entrada al pueblo. La plaza es pues la transición entre el eje funcional y el turístico. El lugar por donde acceder a la costa desde el pueblo y el lugar por donde volver a casa después de un día de playa.
LA REPRESENTACIÓN
La plaza ha sido el lugar donde históricamente se han situado los poderes de una población. De forma lejana, este espacio público nos recuerda a la Piazza de San Marco en Venecia como el lugar donde el Dux y la Iglesia escenificaban su representatividad junto al mar. En Garrucha son dos, y no los tres habituales, los poderes que se asoman a la plaza. Por un lado la Ermita de la Virgen del Carmen, como lugar de culto de una población marinera, y por otro el Ayuntamiento, como lugar de la soberanía popular, bicéfalo en este caso ya que traslada su sala principal, el Salón de Plenos, el lugar donde se va a decidir el futuro del pueblo, a la nueva ampliación. La nueva plaza será soporte no sólo de los transeúntes casuales, sino también de los principales acontecimientos religiosos y políticos de Garrucha.