Ubicado en una urbanización a las afueras de Oviedo, y rodeado por edificios cercanos al “new urbanism” americano, cualquier intento de relacionar la vivienda con su entorno próximo resulta inútil.

Bajo esta premisa, la casa surge como un elemento autónomo, perdiendo cualquier conexión física con el lugar en que se asienta, interiorizando sus espacios en un cuerpo introvertido que se manifiesta exteriormente con una volumetría sencilla y rotunda.

Sobre una base tectónica de hormigón, descansan dos piezas prismáticas que separan, física y espacialmente, las dos funciones requeridas por la propiedad; estudio de fotografía y vivienda conviven articulados por un patio interior que aporta luz indirecta al estudio de fotografía e ilumina los espacios de circulación de la vivienda.
El estudio de fotografía, se concibe como un espacio único organizado en dos niveles, destinando la planta inferior a estudio de fotografía y la superior a edición fotográfica; abriéndose al norte por medio de un gran ventanal que garantiza una luz uniforme y sin reflejos.

Las estancias destinadas a vivienda, se agrupan al sur, abriéndose en planta baja al jardín de la parcela por medio de un porche y en planta primera al paisaje con amplios ventanales.

Los acabados exteriores (hormigón, chapa corten, morteros) e interiores, responden a la misma economía de medios que se plantea en el resto de la edificación.