El Polígono Residencial de Toledo es uno de los barrios más poblados de la ciudad; en él reside un tercio de la población de la ciudad. El Paseo Federico García Lorca es una de las zonas más emblemáticas del barrio, situado entre las Avenidas Boladiez y Alberche, muy cerca de algunas de las obras de arquitectura contemporánea más representativas de la ciudad, las nuevas zonas residenciales, y de otras de gran importancia para el desarrollo de la ciudad como son el nuevo Hospital y el futuro Barrio Avanzado. Se trata de una zona peatonal entre edificios residenciales a lo largo de la cual se encuentra un buen número de comercios y bares. También están presentes varias zonas de aparcamientos interiores. Como característica general del ámbito de intervención podemos señalar que se trata de una secuencia de espacios no lineal, una suma de pequeñas y grandes unidades urbanas.

El lugar de intervención es un espacio vivo y multifuncional pero se encontraba en un estado de avanzado deterioro con callejones y espacios sin uso ni iluminación. En el momento de redacción del proyecto, el lugar estaba lleno de parterres vegetales con un coste alto de mantenimiento y que reducían sensiblemente el espacio destinado para el uso y disfrute de los ciudadanos.

El proyecto, contempla el carácter estructurador del Paseo en la zona, haciendo hincapié en la interrelación del mismo con el entorno inmediato sin limitarse la intervención al espacio del Paseo, permitiendo la adecuación de los límites y facilitando de esta manera la continuidad con el resto de sistemas generales. Se precisa adoptar una configuración del mismo capaz de integrar la gran variedad de usos y condicionantes presentes; locales comerciales, bares, terrazas de verano, viviendas, centros dotacionales, aparcamientos exteriores...

La propuesta remarca (porque ya lo es) este lugar como  centro del barrio. Con la intervención se mejoran los problemas de accesibilidad, iluminación y sobre todo se recuperan espacios para el peatón. Se ha propuesto un nuevo pavimento contínuo color burdeos que, a modo de alfombra, unifica todo el recorrido, y confiere identidad al lugar garantizando un menor coste de mantenimiento. En los espacios residuales se introducen nuevos usos; juegos de petanca, fuentes, una área de deporte y salud, zonas para juegos infantiles... creando un paseo flexible, contemporáneo, dando soporte a las actividades que allí se desarrollan y representando la idiosincrasia local.