SITUACIÓN
La manzana se encuentra en el Polígono Sur de Jerez de la Frontera, una zona de actual crecimiento de la ciudad. Al sur se encuentra la laguna del Torrox, que junto con la campiña jerezana construyen la referencia paisajística del sector sur.
ADIÓS A LA BURBUJA
La construcción de viviendas de nueva planta en ensanches urbanos esta siendo demonizada debido a la degeneración del paisaje urbano y económico en las ciudades españolas.
Parece interesante orientar la investigación de un PFC, habitualmente centrado en otros temas arquitectónicos, en reflexionar acerca de la arquitectura de crecimiento urbano en la periferia con los condicionantes económicos y sociales actuales, que bien puede complementar otras teorías de re-densificación de las ciudades y de oportunidad de vacíos urbanos.
LÍMITES DE LA CIUDAD SIN LIMITES
La inserción de un fragmento urbano autónomo - 430 viviendas en Jerez – debe tener la capacidad de convivir con los flujos metabólicos urbanos existentes, aspirando a convertirse en una extensión de la identidad urbana, más que una segregación parasitaria. La ordenación arquitectónica del conjunto se desdensifica volumetricamente permitiendo desaparecer como barrera urbana y permitiendo la participación del paisaje y ciudad mediante miradas cruzadas que atraviesan toda la ordenación.
MODELO ARQUITECTÓNICO
La desdensificación volumétrica del conjunto se genera mediante un modelo de bloques en bandas paralelas donde la sección consistente en pequeñas torres de 4 plantas sobre un basamento de 2 plantas, permite reducir considerablemente su presencia urbana. Mediante una estrategia de viviendas duplex y ajustes en sección, el espacio colectivo se reduce a los núcleos de
comunicación vertical y una galería central iluminada por una secuencia de patios. Así, se reduce al máximo el espacio colectivo, mejorando su mantenimiento, cualificándolo y convirtiéndolo en el gran protagonista del bloque de viviendas.
SECUENCIA ORDENADA
En la ordenación general se insertan una serie de vacíos y de espacios intermedios, que definen la secuencia espacial del conjunto y funcionan como filtros entre la vida en la ciudad y la vida en las viviendas. Estos vacíos van adquierendo espacialidades distintas: desde la plaza vinculada a la calle y al contacto con la ciudad, hasta la plaza interior oculta a la vida pública que tan solo se
descubre tras una secuencia concatenada de espacios previos.
LA RENTABILIDAD COMO ESPACIALIDAD
La presión inmobiliaria ejercida estos años ha obligado a evaluar las viviendas con herramientas de eficiencia mercantil como la proporción m2útil/m2contruido.
Aceptando estas condiciones y partiendo de una reflexión sobre la verdadera optimización del espacio, se propone reducir al máximo el espacio colectivo pero cualificándolo y convirtiéndolo en el gran protagonista del bloque de viviendas. Mediante una estrategia de viviendas duplex y ajustes en sección, el espacio colectivo se reduce a los núcleos de comunicación vertical y una galería central iluminada por una secuencia de patios.
POTENCIALIDAD DEL ESPACIO DESCUBIERTO
El espacio descubierto - las cubiertas - queda liberado de la presión de la rentabilidad de m2útiles, por su incomprendida cualidad de apertura al cielo. En ellas se propone una extensión ajardinada de algunas viviendas mediante grandes terrazas privadas y jardineras compartidas. En la cubierta de las torres se colocarán las instalaciones necesarias ocultas tras un alto pretil, y se reserva una zona para liberar una mirada lejana al paisaje a través de un gran hueco apaisado.
PIEL EQUIPADA
La solución constructiva pretende resolver deficiencias habituales de la vivienda colectiva, construyendo la fachada como una banda equipada con el almacenaje y los equipos de climatización. Por el exterior se trasdosa una austera piel de chapa ondulada que permite la generación de una cámara de aire ventilada regulando térmicamente la envolvente de la vivienda.