El solar se encuentra en un paque urbano entre edificios equipamiento de Tres Cantos. Con pocos elementos se ofrece una elevada calidad urbana por ello hemos buscado un lenguaje claro y rotundo: Cuatro prismas de hormigón de color, similares en imagen y de las mismas dimensiones que se apoyan en un muro transversal que separa netamente el espacio del centro de salud del verde circundante. Los cuatro prismas, conectados por un orden menor de pasarelas de vidrio, se asoman al parque existente con grandes vidrieras y están separados por estrechos patios ajardinados. Excluyendo los locales de gran tamaño, el resto se asoma a los patios con grandes vidrieras en un juego de trasnparencias que constituye el elemento más característico del proyecto. El instrumento del patio tan radicado en la tradición constructiva española nos permite dotar a las salas de espera y consultas de espacios intimos mesurados a la vez que controlados climaticamente. El esquema de distribución general refleja una organización rigurosa de los recorridos y de las diferentes areas funcionales áreas otorgando independencias o contiguidades según fuera preciso. El acceso se poduce atravesando un pequeño patio que media entre el espacio dilatado del aparcamiento y la escala menor del interior. Los diversos materiales empleados se componen en superficies coplanares de texturas y colores distintos y opuestos; dispuesta en solución de continuidad geométrica la rugosidad del hormigón y la tersura del vidrio, el color cálido de la estructura y el amarillo encendido de los paneles de aluminio. Este enfrentamiento entre el natural y el artificial se resuelve en un juego de superficies abstractas sin grosor ni peso, donde la gran superficie de hormigón visto se apoya de manera anti tectónica sobre la sutil pared de vidrio. Al interior se repite el mismo juego, paramentos de formica y heraclith a hueso: Blanco satinado frente a un rugoso natural, pero siempre en un mismo plano donde no se perciben ni las puertas.