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  • Ecobarrio en Mallorca

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El estudio teórico sobre una determinada  localidad costera de Mallorca apunta una alternativa a los modos de trabajar el territorio y la ciudad hasta la fecha, entendiendo que el crecimiento solamente debe ser factible desde la mejora de lo preexistente.

La mandanga esta de "ecobarrio", además de para vender la moto, busca establecer una distancia con los mecanismos por desgracia habituales del urbanismo contemporáneo, y proponer una ciudad no sólo desde la sencillez, racionalidad, y conocimiento exhaustivo del entorno, si no también pensada desde el habitante, desde el interior de la vivienda hacia fuera, desde la escala humana, y así tratar el espacio público con el mismo cariño que se dedica a una ventana o un estar... Ser conscientes de que el papel en blanco no existe, y que la lectura y respeto de los valores del lugar son fundamentales: sólo hay que estirar, introducir o transformar lo que sucede a nuestro alrededor. Del mismo modo que en la arquitectura que llaman "bioclimática" hay un esfuerzo por recoger todos los recursos naturales aprovechables, la ciudad se puede entender del mismo modo, si bien aumenta el grado de complejidad y se hace necesario introducir conceptos de sostenibilidad social y compatibilizarlos en lo posible con las dinámicas de mercado.

Siguiendo la línea de trabajo desde el conocimiento, la propuesta se inicia desde aquello más cercano: la vivienda.

Conservando en la memoria los anchos de manzana de 30 y 60m presentes en el tejido existente, se seleccionan o desarrollan las siguientes tipologías que servirán de instrumento para medir y descubrir el lugar:

1. Reinterpretación de la típica casa de pescadores, con porche de entrada y patio trasero, recuperando un modo de vivir.

2. Vivienda pasante abierta con grandes terrazas tipo invernadero.

3. Vivienda pasante recogida, desarrollada por nuestros colegas  A. Homar, M.Peris y J.M.Toral, para el proyecto de 42 viviendas en Son Servera, en el que se aprecia un enorme cuidado en cada rincón de la casa. El mismo que queremos aplicar a cada rincón de la ciudad.

4. Vivienda taller en dúplex y triplex, recuperando la tipología de toda la vida.

5. Aparcamiento en superficie de un carril y dos bandas laterales, con una fito-depuradora natural de flujo horizontal de aguas fecales en cubierta, como mecanismo de articulación de las distintas piezas y programa para el habitual  patio de manzana.

Asumiendo, por descontado, el principio de la ciudad mixta y compleja, las secciones surgen del diálogo entre la vivienda y el espacio colectivo. La reflexión sobre la calle, entendida como el elemento estructural de la ciudad “mediterránea”, pone en duda la normativa urbanística existente que determina el ancho mínimo del vial en 15m. En contraposición, se propone una jerarquía que contempla desde el pasaje de 9m con acceso a viviendas en planta baja, en el que la calle funciona como extensión de la casa, hasta el “boulevard” de 23m, donde se concentra la circulación rodada, el transporte público y los aparcamientos disuasorios para el visitante, dotado de servicio gratuito de bicicleta para recorrer la zona, si bien la red de viales peatonales permite el tránsito desde cualquier punto a otro sin compartir espacio con el coche. Para ello, es tan importante no sólo trabajar en temas de estricta mobilidad, si no fomentar con ayudas y subvenciones el living&working, es decir, que la vivienda y el trabajo se encuentren en el mismo edificio, en un barrio completo que disponga de todos los servicios, como única alternativa factible al uso del automóvil.

La sección de calle de 9 a 12m de ancho, también resulta fundamental como mecanismo de continuidad con la trama urbana de pueblo existente, si se pretende difuminar el límite entre lo nuevo y lo viejo, y fomentar la desaparición de fronteras urbanas, no solo físicas, si no también sociales. La escala de las plazas y de la edificación, y su relación con los programas, son otras herramientas a nuestra disposición para fomentar la apropiación de los espacios por parte de los habitantes.

 La altura de la edificación oscila entre la planta baja y PB+3, favoreciendo un tejido de alta densidad de tipo extensivo que busca la máxima ocupación y conservar la escala humana. Curiosamente, coincide con la altura máxima que permite la autoconstrucción con materias locales, como bloque cerámico o de piedra de marés.

Las viviendas en planta baja siempre disfrutan de huertos-jardín particulares, las cuales suponen el 25% del número total. El espacio público libre  se distribuye en una sucesión de plazas de medida comprendida entre 1.500 y 4.000m² , que permite la circulación peatonal en diagonal a través de espacios particularizables en función de su contexto: plazas libres para actividades colectivas (mercadillos, verbenas, fiestas populares), pequeños jardines-maceta urbana y huertos urbanos comunitarios, de modo que la relación entre las personas y la naturaleza no tenga carácter de excepción.

En realidad, la imagen que aparece en el PDF del payés de 80 años, tratando su huerta e inmutable ante la presencia de la autopista a 100m, resulta fundamental para entender la aproximación a otro modelo de ciudad: se puede mirar como pieza arqueológica a punto de la extinción, o asumir que existen movimientos sociales que reclaman la continuidad de dicho modo de convivencia, e incentivar su aparición y desarrollo en la propuesta urbana.

Por ello, fijamos la mirada en las ecoaldeas, e intentamos recoger todo lo que nos pueda ser útil. En estas iniciativas particulares, además de las cuestiones habituales de la arquitectura (diseño, materiales de construcción, gestión de residuos, gestión del ciclo completo del agua, uso de energías renovables, etc), se plantean modos de relación social e interacción: economía sostenible y local, cooperativas de consumo ligadas a productores locales de alimentos ecológicos, co-housing (con el ejemplo probado de Dinamarca), empresa social, redes sociales  de trueque, intercambio,  etc.

Y la arquitectura puede, trabajando desde el conocimiento que proporciona la pluridiscliplinareidad, fomentar o dificultar la aparición de todos estos procesos.

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

II Edición 2008-2009