Italo Calvino a través de Marco Polo nos describió un sinfín de ciudades imaginarias. En estos talleres hemos conocido las siguientes ciudades y las hemos hecho visibles.
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_ARMILLA, ciudades sutiles
Armilla no tiene paredes, ni techos, ni pavimentos: ni nada que la haga parecer una ciudad, excepto las instalaciones, cañerías del agua, selvas de caños que terminan en grifos, duchas, sifones, rebosaderos… No se sabe si los fontaneros acabaron su trabajo y los albañiles nunca llegaron o si las instalaciones fueron las únicas que han resistido a algún tipo de catástrofe. Por las tardes, bajo la luz del sol se proyectan hilos y chorros de agua entre los que se salpican sus habitantes.
Participantes entre 8-12 años
_ERSILIA, las ciudades y los intercambios
Los habitantes de la ciudad de Ersilia tejen hilos con las relaciones que rigen la vida de la ciudad (de parentesco, de amistad, de trabajo, de sentimiento…) Cuando la ciudad es ya una maraña de hilos de colores que imposibilita la vida, los habitantes abandonan su ciudad con sus casas dejando todos los hilos, relaciones y recuerdos que allí tuvieron lugar.
Participantes entre 4-7 años
_BAUCIS, las ciudades y los ojos
Quien llega Baucis no consigue verla y ha llegado, salvo en los días soleados la sombra de la ciudad se dibuja en el bosque. Lo único que toca el suelo son unas largas patitas en las que se apoya toda la ciudad. Una de las hipótesis que corre es que, desde arriba y con el máximo respeto y admiración por su territorio, con catalejos y telescopios los habitantes observan una y otra vez el suelo, revisando cada hoja, cada piedra y cada hormiga.
Participantes entre 4-7 años
Adaptación de “Las ciudades invisibles de Italo Calvino” por AJO taller de arquitectura