arrow-circle-down arrow-circle-left arrow-circle-up arrow-down arrow-left arrow-line-right arrow-right arrow-up ballon close facebook filter glass lock menu phone play point q question search target twitter
X

Otras editoriales 46

Anuario Premis FAD 2006

Arquitectura e interiorismo

Colección: Otras editoriales
Nº de la colección: 46
Tema: Urbanismo, Ciudad, Arquitectura -- Crítica, Premios FAD
Año de Edición: 2007
Páginas: 246
Idioma: Español, Inglés
Ilustraciones: il., fot.
ISBN: 978-84-611-5877-5
Signatura: FQ/PyC/37

Anuario Premis FAD 2006

ARQUINFAD 2006

Juhani Pallasmaa

Durante las últimas tres décadas, España ha sido repetidas veces reconocida como país líder en arquitectura contemporánea por una serie de apreciados historiadores y críticos. España se ha apropiado el papel que tras la Segunda Guerra Mundial fue asignado a Brasil, Japón y Finlandia por Sigfried Giedion y otros historiadores de la era moderna. Las presentaciones anuales de los mejores edificios de España han seguido asombrándome; a menudo me he preguntado si el resto del mundo podría conjuntamente construir dos docenas de edificios de igual calibre cada año. Podríamos tender a ver España como un país de un dedicado pragmatismo arquitectónico de talento, pero el ámbito y calidad de las revistas arquitectónicas, publicaciones y libros españoles sobre la historia y teoría de la arquitectura muestran un rigor similar. Es simplemente que nos vemos negativamente afectados por la dominación mundial de publicaciones sobre arquitectura en inglés.

 

La arquitectura es sin duda alguna una forma de arte que surge de una rica y sedimentada cultura y de unas fuertes aspiraciones sociales. Un talento individual excepcional en los diversos campos artísticos puede surgir de forma aislada independientemente de una base social, pero la cultura arquitectónica es siempre una afortunada y rara combinación de talento profesional y ambición, por una parte, y una voluntad social colectiva por otra. En el campo de las artes literarias, Jorge Luis Borges considera que la lectura no es una tarea menos exigente que el trabajo del escritor. Walt Whitman reivindica lo mismo: "La gran poesía sólo es posible si existen grandes lectores." Yo creo igualmente que la apreciación pública de la arquitectura es obligada en una cultura arquitectónica, y que el encargo y uso visionario de edificios, con perspicacia y responsabilidad, es no menos exigente que su diseño creativo. Las obras arquitectónicas son siempre colaboraciones, no sólo en el sentido obvio de ser el resultado del esfuerzo colaborador de un sinfín de profesionales, artesanos y trabajadores, sino que son también productos de una tradición, la sabiduría silenciosa de la arquitectura. La cultura arquitectónica crece y madura lentamente, pero puede marchitarse en el breve plazo de una sola generación; por consiguiente, la cultura de la arquitectura tiene un valor irremplazable que sobrepasa el valor de los edificios singulares. Todas las tradiciones tienden a perpetuarse. Pero como sabiamente argumenta TS Eliot, una tradición no puede detenerse ni ser poseídas; debe ser continuamente reinventada y revigorizada. Es la solidez, amplitud y profundidad de la cultura arquitectónica española la que más me impresiona e inspira

>> Más información y consulta en el Centro de Documentación centrodocumentacion@arquia.es

0 comentarios


No hay comentarios ni valoraciones para este producto.
¡Sé el primero en comentar y valorar!

Regístrate como usuario de la Fundación para acceder a todas nuestras convocatorias y contenidos, y formar parte de la red FQ.