En el ascenso hacia la montaña, en un enclave agreste, entre las rocas, nos encontramos con las celdas de los penitentes. Conforman una unidad compacta que excava y restituye la ladera.

Dicha unidad se subdivide en7 celdas. Cada celda esta compuesta por la combinación de 6 módulos de 3.2x3.2 metros a modo de secuencia lineal, dentro de un gran espacio sin barreras visuales.

Despojamos una vivienda de todo lo superficial, y nos quedamos con lo que soporta el uso cotidiano real: los muebles.

Cada módulo encabe el mobiliario de una situación cotidiana: dormitorio, cocina, estar, baño, espacio de trabajo y espacio exterior.

El único lugar donde los reclusos podrán refugiarse de la visión constante de sus propios compañeros será en el espacio exterior, a cambio de sufrir el clima extremo.

En ningún caso los reclusos podrán refugiarse de la mirada de los visitantes.

Por esta razón, a cada módulo  se la asigna un tipo de lucernario, con una orientación específica, que cumplirá una doble función y servirá de escaparate. Así pues, durante el ascenso, el visitante podrá escrutar todos los ámbitos de todas las celdas sin excepción.

La combinatoria de los módulos pretende:

Generar  interferencias en la vida rutinaria de los penitentes: que su contacto visual sea lo más continuado y molesto posible.

Generar una nueva topografía artificial variable en el paisaje.