El stand del Colegio de Arquitectos conforma un recinto. Dado que el contexto apenas define variables de entorno que condicionen la actuación, debemos definir un interior, diseñar su aire, establecer un punto de encuentro que represente la identidad de este colectivo. El COAM no expone ningún producto de construcción, sino que gestiona información. Por eso proponemos un espacio singular que aproveche al máximo la condición de iluminación artificial del recinto ferial. Dos superficies formadas por líneas de fibra óptica construyen un stand vivo y vibrante que inciden directamente en la percepción del visitante: su referente cromático se ajusta a las nuevas variables que estimulan la visión. De esta forma, al continuar el recorrido por la feria, se padecerá una alteración de los colores que rodean al visitante durante un tiempo. El aire del stand cambia su color gradualmente en un ciclo de transiciones imperceptibles para el usuario. El Colegio de Arquitectos proporciona experiencia espacial. Las superficies regladas se construyen de manera sencilla mediante carriles paralelos. La geometría queda moldeada según un proceso de adaptación del programa solicitado, configurando el espacio. La supresión del cerramiento del stand permite tener una visión del horizonte liberado. Pero la relación perceptiva del visitante determinada por el efecto de la luz proporciona una impresión de límite no físico que favorece la sensación de recinto, de habitación, de ambiente, de inmersión. Construimos un cerramiento para el aire del stand cuyo material es la luz artificial. Desde unas zonas del interior y exterior del stand, se puede contemplar el material expuesto en unas pantallas de plasma recortadas de las superficies de luz.