La casa de bin Laden no sólo es reflejo del aspecto más banal de las arquitecturas de la Guerra contra el Terror, sino también un paradigma de cómo se construye la cultura visual de nuestro tiempo y su correspondiente sensibilidad estética, ética y política, exponiendo además, nuestro papel como sus espectadores. 

Hasta la fecha , las imágenes del cuerpo de Osama bin Laden no han sido oficialmente publicadas. La evidencia principal de la operación militar fue -según la versión oficial- enterrada en un lugar no especificado del mar Arábigo. Tras ello, el escenario de la operación militar pasó a ser, inevitablemente, la evidencia principal de los hechos: la imagen de la arquitectura había desplazado a la del cuerpo. En febrero de 2012, la casa de bin Laden fue demolida. De hecho, la mayor parte de las pruebas materiales de la operación han sido enterradas, demolidas o simplemente se mantienen como información clasificada en los archivos de la CIA, el Departamento de Defensa (DoD ) y la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial. Sin embargo, aún circulan ciertas evidencias en los medios de comunicación; otras esperan a ser encontradas.

Desde diciembre de 2012, y con el propósito de una investigación y su consiguiente exposición y publicación, he estado recopilando un dosier de evidencias construido por la acumulación de todos los documentos relacionados con la casa de Osama bin Laden, incluyendo sus múltiples iteraciones, réplicas y simulaciones. He estado en contacto con la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial, el CTC de West Point, los autores de relatos sobre la redada, corresponsales y militares paquistaníes retirados, entre otros. He coleccionado documentos y fragmentos --un cuerpo fascinante de artefactos, formatos arquitectónicos y dispositivos de representación-- que muestran cómo la arquitectura de la casa de Bin Laden se construye y circula en los medios de comunicación. A través de ellos, podríamos ser capaces de analizar la dimensión material de determinados procesos circulatorios contemporáneas que, de lo contrario, se representan como virtuales: las tecnologías militares y los medios de comunicación ofrecen una proximidad distante a los escenarios de guerra y alterar la forma en que percibimos, juzgamos y entendemos. La arquitectura, incluyendo sus restos y fragmentos,se encuentra inevitablemente encastrada en las formas y tecnologías de poder contemporáneas, sus instrumentos de representación y persuasión, sus maquinarias de producción y circulación de evidencias. Pero también ofrece medios para, por un lado, desarticular los mecanismos de construcción de opinión pública; y por otro, devolvernos a las estructuras materiales y, sobre todo, a los cuerpos que las habitan.

Link: http://cargocollective.com/housebodyimage 

Parte de esta investigación será publicada próximamente en la revista Spam Arq (Chile).