El objetivo de la acción era aumentar el número de meses de autosuficiencia alimentaria de las comunidades de Bare y Kelafo, y al mismo tiempo reducir las pérdidas de cosechas y bienes debido a una falta de almacenamiento adecuado a nivel doméstico.
Con la dura climatología sufrida y sus exigencias (la Región Somalí de Etiopía registra 8 días de lluvia como media anual con precipitaciones totales de entre 10 y 400 mm) la escasez de recursos y la amplia demanda, la eficiencia del espacio mínimo de almacenaje se torna crítico y primordial. Estas cajas de ensueño, `mínimas en las que cabe todo´, responden a los modos de vida (sus vidas) de las familias agro-pastorales de la zona: sus cultivos de cereales y semillas de secano, abrevadero para las cabras y ovejas y resguardo para los pollos, almacenamiento de la preciada agua evitando los interminables viajes y despensa para leña y comida. Un cubo de 2.4 m de arista con la pretensión de proteger familias en medio del desierto y sus modos de vida. El hogar reducido, la caja fuerte ampliada; el sueño de una vida rendido y sacrificado al mínimo espacio construido y protegido.
Las 96 unidades salpicando las 17 comunidades objetivo permiten soñar a las familias somalíes con un futuro, ya no incierto, o al menos, menos susceptible a “lo que me den” y más dependiente de “lo que he producido, tengo y puedo mantener”.
- Cliente: AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo)
- Fotografía: Antonio Lerma – Fundación ADRA