Este pequeño proyecto residencial de un dormitorio se encuentra en un antiguo edificio industrial del Siglo XIX. La propuesta recupera los descuidados elementos estructurales de hierro, al mismo tiempo que establece nuevos espacios residenciales mediante la simple disposición de unas piezas de mobiliario empotrado que siguen una misma cuadrícula constante. Las piezas de mobiliario emergen como el principal elemento de definición del espacio doméstico, de manera que un único sistema de carpintería es utilizado con diferentes propósitos como escritorio, estantería, cómoda, cocina o armario.

La tenue incidencia solar de la ciudad de Londres es maximizada en el espacio de estar mediante una serie de grandes espejos embebidos en la cuadrícula de carpintería, destinados a reflejar la luz natural que penetra en la estancia a través de los balcones de la pared opuesta. La materialidad de la propuesta se completa con una serie de mármoles naturales en blanco y gris seleccionados cuidadosamente para cubrir las superficies de la cocina y el baño; así como con muebles de madera y fibras naturales especialmente escogidos para este proyecto.