Las pequeñas viviendas de que se compone el Barrio Norton de Matos en Coímbra (1947-1949) han demostrado a lo largo de los años tener una naturaleza flexible e incremental.
Las casas originales invitaban de cierta forma a futuras ampliaciones, tanto por su superficie muy reducida como por la generosidad de los espacios libres, y por los sistemas constructivos empleados: muros de carga de piedra en las fachadas, forjados y cubierta en estructuras simples de madera, sistema este de gran flexibilidad y muy sencillo de alterar. Con los años las viviendas fueron colonizando los jardines traseros, anexando volúmenes. Sin embargo, en este proceso los sistemas constructivos que se aplicaron no supieron aprovechar la flexibilidad de los sistemas existentes, sustituyendo las estructuras de madera por hormigón, y las cubiertas por forjados de viguetas prefabricadas. Así se fue perdiendo no sólo la flexibilidad de las estructuras, como también el confort térmico e hídrico en las viviendas.
La casa AA8 ya tenía una primera ampliación en bloque de hormigón en la planta baja, que se decidió aprovechar, por lo demás la estructura estaba intacta, como fue construida en los años 50. Toda la actuación nueva se posiciona en completa oposición a la forma tradicional de ampliación de estas casas: buscando sistemas constructivos que respeten el funcionamiento original del edificio y sean compatibles con él. Especialmente se busca aprovechar el comportamiento térmico: paredes con gran inercia térmica, refuerzo de la ventilación cruzada en todos los espacios y cubierta ventilada. La intervención utiliza fundamentalmente un único material, la madera.
El proyecto se basa en 3 puntos: la conexión de los espacios interiores y oscuros, uniéndolos para tener una mayor apertura y relación con el patio; acondicionamiento del pito superior construyendo un baño y una ampliación para un nuevo dormitorio; y la introducción de luz y ventilación natural en las zonas más interiores del edificio.