Se trata de un proyecto de reforma integral de un ático de 55m2 con terraza en Madrid.
Nuestra primera visita a la vivienda original fue en otoño de 2017 cuando nos encontramos una vivienda de 55m2 muy compartimentada en nueve estancias independientes y con tres niveles de altura.
Tras estudiarla, decidimos hacer una lectura totalmente inversa de lo existente.
Planteamos crear un único espacio continuo manteniendo el baño como el único espacio cerrado.
La idea fue perfecta para la propietaria que buscaba crear una casa abierta y exclusivamente para ella.
La clienta es una persona creativa, dinámica y además coleccionista de arte.
El 80% de los cuadros y objetos que tiene son únicos, diferentes y algunos incluso de creación propia. Creímos que este tenía que ser el segundo leitmotiv del proyecto.
De esta manera, el proyecto que desarrollamos entre todos, resultó ser un espacio continuo a modo de lienzo en blanco como soporte de arte y objetos.
Para conseguir esa idea, se eliminó el último forjado del altillo original dejando la cubierta a dos aguas vista desde el interior, se mantuvieron solo dos niveles en altura, y,se eliminaron casi la totalidad de los tabiques. Únicamente se construyó el espacio del baño a modo de cajita y una escalera reducida a la mínima expresión.
Todo lo demás fue trabajo de limpieza de líneas, acabados, instalaciones y diseño de espacios de almacenaje.
Para exprimir el máximo del presupuesto en el concepto espacial, se mantuvieron las ventanas existentes, así como radiadores y dispositivos de aire acondicionado originales que fueron reubicados estratégicamente para evitar que molestasen visualmente.
Cocina-comedor-salón-despacho-terraza conviven en el primer piso. El espacio dormitorio-vestidor y el baño se sitúan en el segundo nivel. La luz tanto de ambas fachadas como cenital penetra dentro del espacio. Y el espacio sin obstáculos permite vistas cruzadas sobre los tejados del ecléctico barrio de Tetuán.
Quizás lo más difícil del trabajo fue ajustarnos al plazo de dos meses de obra, sacarle el mayor partido al presupuesto disponible, y conseguir el máximo espacio libre. Teníamos claro que el lujo era el espacio.
A día de hoy, podríamos decir que se trata de un proyecto muy efectivo tanto en tiempo de diseño y ejecución, como en recursos. Dando como resultado, una vivienda muy personal y divertida con un arquitectura minimalista y silenciosa.