En octubre de 1973, el estallido de la primera de las crisis del petróleo iniciaría un proceso de desmantelamiento de la industria en las principales regiones industrializadas de América del Norte y Europa Occidental. En el transcurso de las siguientes dos décadas, un gran número de estas regiones y sus ciudades cambiarían de modelo económico, transformando su actividad fundamental del sector secundario (industrial) al sector terciario (servicios). Esta mutación afectaría no sólo a nivel económico, sino también social, cultural, y por ende urbanístico y arquitectónico. En el caso particular de España, la conocida como Reconversión Industrial de principios de los años 80 reproduciría estas transformaciones con gran intensidad en las principales zonas manufactureras, caracterizadas por la concentración y dependencia de la propia industria a desmantelar.

Este Trabajo Final de Master se propone describir y analizar las transformaciones en la estructura de la ciudad postindustrial y sus procesos de decrecimiento -shrinkage-,  qué sucede en un contexto urbano y social cuando la industria, siendo su fuente de economía principal, reduce o cesa su actividad. Por otro lado, el trabajo se centra en la búsqueda de posibles protocolos de actuación que tomen la fragmentación territorial como oportunidad de guiar y aprovechar dichos procesos de decrecimiento físico y urbano para esta tipología de urbes.

La investigación desarrollada hasta la fecha, el análisis de un caso de estudio concreto, como es la ciudad de Avilés, nos ha permitido ver los efectos de estos procesos y su caracterización como urbe postindustrial. En el caso de Avilés, la parcial reconversión industrial y el desmantelamiento de su economía productiva trajo consigo un declive general, traducido no sólo en un descenso notable de población, sino también una brecha sociocultural que permanece hasta el día de hoy. En el nuevo siglo, su Administración ha seguido estrategias propias del espectáculo capitalista, construyendo una “imagen global” de superación de su carácter industrial. Sin embargo, a pesar de seguir tales estrategias lúdico-culturales que sustituyen la antigua imagen industrial por otra afín al consumo cultural, el turismo y la regeneración urbana, la ciudad ha continuado fragmentándose en dos ‘ciudades paralelas’: la que llamaremos ciudad artificiosa, que omite el problema, y la que denominaremos ciudad heterotópica, que propaga el estado de indefinición urbana.

Partiendo de la realidad construida de la era postindustrial, la investigación ha llevado a asuntos globales como la contracción urbana y la cultura del decrecimiento, que se han convertido en un tema urgente en la escena arquitectónica contemporánea desde el 'Shrinking Cities International Research' coordinado por Philipp Oswalt en 2004, hasta la última edición de la Trienal de Arquitectura de Oslo de 2019. A pesar de afectar a nivel local, el decrecimiento urbano es un problema universal que necesita exposición. Es una problemática no sólo relacionada con la desindustrialización, sino que es también consecuencia del calentamiento global y la inestabilidad sociopolítica. Por ello, el establecer un punto de inflexión en el modelo urbano desarrollista es una cuestión urgente en la agenda urbana actual, cuya apuesta por el decrecimiento ayudaría a un desarrollo más sostenible en un gran número de ciudades de todo el mundo.