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  • Humanización da rúa Picota e Praza da Fonte do Mouro

    PONTEVEDRA
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Situado al norte de la Villa de Redondela, A Picota es un barrio que se desarrolló rápidamente en los años 60 eliminando cualquier vestigio de un paisaje de agua en su encuentro con el mar que bañaba las puertas de la capilla de Sta. Mariña. Lapidando, mediante su urbanización, su identidad geográfica.

El encargo solicita la mejora de los espacios públicos en materia de accesibilidad y, el proyecto, trata de mejorar la accesibilidad mediante una plataforma única y recuperar espacios comunes que habian sido consquistados por el asfalto a través de un nuevo velo de pavimentos, plataformas y jardineras que mitigan las inundaciones en las lluvias torrenciales.

Ahora el barrio de A Picota puede volver a escuchar el agua de su fuente, gestionar a través de sus parterres el agua de lluvia que reverdece el nuevo espacio público. Un  paisaje de agua que silenciosamente, recuerda su geomorfología, mitiga los efectos del cambio climático y entreteje la urbanidad del siglo XXI. 

La topografía que la urbanidad dejó sin resolver

A Picota es un barrio en el extrarradio de la villa de Redondela. Su compleja condición topográfica es resultado de la existencia de un antiguo barranco donde convergían las escorrentías de las aguas para llegar al mar que bañaba las orillas de la capilla de Sta. Mariña. Esta estructura provoca que, en menos de 150 metros, nos encontremos ante unos de los puntos más altos del Casco Vello y ante el más bajo a 5 m.s.n.m.

El rápido crecimiento del tejido urbano en los años 60 provocó la implantación de nuevos bloques con bajas condiciones de salubridad y espacios públicos inexistentes. La rúa Picota pasa a ser completamente rodada y las viviendas abren sus puertas directamente al vial, las aceras son discontinuas y, elementos como escalones y fuertes pendientes sin barandillas, complejizan la accesibilidad. El asfalto cubre el 84% de la superficie, los vehículos demandan más y más espacios y, la Fonte do Mouro, origen de la plaza e históricamente reconocida por la calidad de sus aguas, se vuelve invisible.

En este contexto, el proyecto trata de recuperar el espacio público y su identidad modelando la topografía y gestionando las aguas pluviales.

Un velo semipermeable que gestiona las aguas pluviales

La fuerte pendiente obliga a colocar un caz central y varios sumideros cada 10m. en la rúa Picota. El punto más bajo se encuentra en la rotonda, punto clave del proyecto ya que, cuando la marea sube en época de lluvias, las conducciones de fecales y pluviales rebosan provocando escenarios insalubres. La saturación de la depuradora lleva a abrir sus compuertas y verter aguas a la ría sin tratar. Para evitarlo, el proyecto trata de reducir el agua de escorrentía que llega a la rotonda a través de SUDs (sistemas de drenaje urbano sostenible) que facilitan la infiltración del agua de forma natural y, a su vez, la almacenan evitando la colocación de un sistema de riego mediante una selección de especies de bajo requerimiento hídrico.

 Un patio público que reduce el efecto de la isla de calor

La escorrentía del agua junto con las entradas de las viviendas y garajes definen la forma de la nueva plaza. Esta plaza, en su condición de cull-de-sac, se entiende y proyecta como un patio interior de manzana. Un jardín público, un espacio de espacios que crea pequeñas plazas accesibles resolviendo la topografía. Estas plazas se vegetan con especies de bajo requerimiento hídrico, árboles y arbustivas reducen la temperatura y mejoran la evapotranspiración.  Las atmósferas resultantes se controlan mediante las especies plantadas y sus sombras: portes columnares se combinan con parasoles y extendidos para conseguir un efecto de “bosque urbano”. Los pavimentos semipermeables de terrizo estabilizado reducen las emisiones y permiten el intercambio de CO2 y O2  en los sistemas radiculares de las plantas.

Una capilaridad que entreteje diferentes atmósferas

Un paisaje vertebrado por el agua quedó sepultado por un velo de asfalto. Ahora, la fuente del Mouro se prolonga en la superficie del pavimento y participa de la plaza. Una pequeña balsa permite beber a los pájaros, jugar a los niños y mejorar el confort climático. El agua, también invisible, gestiona ahora el verde, el sonido y regula la temperatura ambiental. Quizás sea esto lo hipnótico del nuevo espacio, la capilaridad de un elemento que entreteje el resultado de su arquitectura.

  • Información
  • Autoría

    Clasificación / Tipología

    Paisaje

    Ubicación

    Plaza Fonte do Mouro, 2
    36800 Redondela | Redondela
    PONTEVEDRA | ESPAÑA

    Otra información

    Fecha Inicio: Octubre 2022
    Fecha Terminación: Junio 2023
    Superficie construída: 3000
    Coste/m2: 216

    Agentes

    Contratista: PRACE S.L

    Fotografía: Héctor Santos-Díez

    Promotor: Concello de Redondela

  • Premios y distinciones
  • 2023 Premio Grande Area - COAG Galicia 

Estado Previo

Bocetos/proceso

Fotografía histórica

Participaciones en arquia / próxima

IX Edición 2022-2023