1. Contexto

El proyecto es la construcción de un edificio entre medianeras de 12 viviendas en Barcelona. Está situado en una parcela estrecha entre las calles Còrsega y Sardenya, adyacente al chaflán pero sin contar con salida al patio de manzana. Esta condición casi residual en la trama del Eixample nos llevó a proponer una fachada lo más transparente posible, que conectara las viviendas lo máximo con el clima mediterráneo de Barcelona pero a la vez protegiéndolas del sol y de una calle con mucho tráfico motorizado.

Nuestras referencias más claras al principio fueron las fachadas con sistemas de celosías y brise soleil de algunos proyectos locales de arquitectos como Mitjans, Coderch o Bofill, pero enseguida nos fascinó la sencillez de las fachadas traseras del Eixample, con su aparente no diseño, practicidad y belleza.

2. Materialidad

El proyecto explora el potencial de estas fachadas decimonónicas de los patios de manzana del Eixample, con galerías acristaladas protegidas por simples persianas de madera enrollables y que al abrirse forman balcones corridos a lo largo de toda la fachada.

Hemos adaptado este sistema de sombreado mediterráneo con un diseño a medida de persianas de pino estándar, motorizadas y montadas sobre una carpintería de aluminio abatible. Al haber empleado persianas de madera comerciales garantizamos que puedan repararse o sustituirse de forma sencilla y económica.

Las ventanas de aluminio aquí también van de suelo a techo para conseguir esa sensación de máxima apertura en verano y de jardín de invierno, con suelos de hormigón pulido y techos de losas de hormigón visto. Los bajos cuentan con dos dúplex pasantes con jardín trasero, protegidos de la calle por unas celosías correderas de pino. El cuerpo superior puede abrirse completamente para conseguir intimidad y un efecto de luz cenital que pensamos que aporta un gran valor a unas viviendas que normalmente cuentan con unas condiciones de habitabilidad deficientes.

3. Un dispositivo climático vernáculo

Este sistema mediterráneo de protección de la fachada mediante persianas de madera consigue aportar frescor en los veranos calurosos de Barcelona y una gran cantidad de luz y de efecto invernadero en sus inviernos suaves, de una forma amable, sencilla y muy efectiva.