1. Contexto

La nave se encuentra en Sant Adrià de Besòs, lindando con el municipio de Barcelona, en una de las pocas zonas industriales de la ciudad que mantienen esta condición casi intacta. Se trata de un local en altura en un edificio de usos mixtos en el que cohabitan un taller de carpintería, un almacén de importación de productos hondureños, almacenes logísticos, varias iglesias y un centro de spa y de meditación.

2. Espacio

El proyecto consiste en transformar una antigua imprenta en oficinas para una empresa tecnológica y la vivienda de uno de los fundadores. Al ser un edificio entre medianeras, sin posibilidad de abrir nuevos huecos ni lucernarios, consideramos la planta abierta como la mejor solución para obtener la suficiente luz natural. Los únicos espacios cerrados son una serie de cajas que hacen de colchón -espacial, acústico, y programático- entre la vivienda y la oficina. Esta buffer zone contiene los programas de servicios, con la singularidad de que son intercambiables entre sí ya que a todos estos espacios se accede siempre por dos puertas o escaleras. De esta forma, estos programas pueden apropiarse tanto por la vivienda como por la oficina indistintamente en función de la necesidad. Se consigue una flexibilidad y una continuidad total entre el espacio productivo y el habitado, con un sistema de circulaciones leberínticas y de plataformas a distintos niveles que multiplican los recorridos y distorsionan así la percepción espacial.

3. Técnica

Una vez definimos estas condiciones espaciales, el cliente nos pidió hacer el proyecto con menos de 150.000€ para un espacio de 450m2 y 4m de altura libre, a menos de 350€/m2. De aquí surgió una investigación sobre la técnica idónea para conseguir un coste mínimo, muy por debajo de los estánderes en rehabilitación en Barcelona. Para ello nos basamos en sistemas industriales prefabricados de fácil montaje, como las estanterías con perfiles ranurados, muy ligeras, baratas y resistentes. Estos sistemas abiertos permiten una flexibilidad total a la hora de construir y una enorme rápidez en el ensamblaje por operarios no especializados.

Todas las cajas de dos pisos están compuestas por una estructura de estaterías de perfiles en L galvanizados, con bandejas de tramex postensadas con barillas roscadas, por lo que sirve también como almacenaje. El cerramiento y el suelo son paneles contrachapados de abedul, mientras que las aperturas para la iluminación natural son ventanas de acero pivotantes con policarbonato translúcido para proporcionar intimidad entre los espacios. Para garantizar el coste mínimo, el cliente se comprometió a autoconstruir la obra y a comprar él mismo el material, evitando intermediarios. La madera se importó de Polonia y todas las piezas de acero se prefabricaron en Turquía y se transportaron en barco. El único trabajo no en seco son los bancos y encimeras de hormigón armado.

La obra se encuentra todavía en proceso aunque se prevé que se finalice a principios de 2024.