EL CONCURSO DE FOGUERES EXPERIMENTALS:

Entre los años 1985 y 2004, la Diputación de Alicante organizó un concurso de hogueras experimentales. Entre esos años, se presentaron al concurso cientos de propuestas que trataban de actualizar la estética de las hogueras, acercándolas a la modernidad. De entre todos los proyectos que se presentaban cada año, un jurado elegía el ganador, que se construía a tamaño real, plantándose en diferentes ubicaciones de la ciudad de Alicante como la Avenida de la Estación, el Paseo de Campoamor o la Plaza de Toros.

En 1995 el concurso continuó realizándose, pero las propuestas ganadoras no llegaron a plantarse, algo que se repitió hasta el año 2004 fecha en la que el concurso desapareció.

En 2011, la hoguera Pla del Bon Repòs comienza a dar los primeros pasos para hacer presente de nuevo en el mundo de la fiesta. En 2012 dieron un paso adelante en su compromiso con la innovación y la experimentalidad y convocaron el I Concurso de Fogueres Experimentales organizado por esta comisión, marcando los siguientes objetivos:

• Hacer de la hoguera un lugar que sirva de punto de encuentro para que jóvenes artistas y creadores reflexionen y aporten nuevas soluciones plásticas a un elemento que forma parte de su tradición como es el monumento-hoguera.

• Fomentar la creación de este espacio, convocando un concurso de hogueras experimentales e innovadoras, en el que estos creadores puedan presentar sus ideas e inquietudes y compartirlas con el resto del público.

• Incentivar y promover la participación de artistas plásticos en un ámbito que generalmente les está vedado, como es el de la hogueras y al mismo tiempo difundir su obra por medio de la construcción de la propuesta ganadora, que ocupará durante los días centrales de la fiesta una de las vías de nueva creación de la ciudad como es el Bulevar del Pla. De esta forma, su concepción innovadora del monumento será contemplada por un gran número de espectadores que interactuarán con ella, dentro de un contexto festivo.

• Ofrecer un producto cultural que no esté orientado únicamente al mundo de las hogueras, sino que esté abierto a la totalidad de la sociedad alicantina.

EL BOSQUE DE LA MEMORIA

El Bosque de la Memoria es una hoguera que se plantea como un acto de reflexión y concienciación hacia la tragedia anual de los incendios forestales. Los 170.822 incendios ocurridos entre 2001 y 2010 quemaron 1.137.566 hectáreas, más del doble de toda la superficie de la provincia de Alicante. La sequía, las imprudencias, la falta de medios y el abandono de los montes conlleva cada verano una situación de permanente alerta ante el elevado riesgo que supone el material inflamable acumulado en nuestros escasos bosques. Sin embargo, con el fin del verano nuestra memoria cortoplacista se olvida de estas tragedias, a pesar de que el monte siga olvidado y calcinado durante décadas y el ciclo vuelva a empezar cada año.

Esta Foguera Experimental propone vivir en primera persona y en un proceso de tiempo acelerado, el nacimiento de un bosque, su vivencia y disfrute por parte de la sociedad, y la representación del abandono y la destrucción por parte del hombre a través del fuego.

La foguera está formada por una estructura arbórea central de seis metros de altura, construida con tres toneladas de madera de pino y chopo, sin tratamientos químicos para evitar emisiones tóxicas. Es una hoguera que estará integrada dentro del espacio público que la rodea, con la vegetación formada por palmeras y árboles que se encuentran a su alrededor. Al mismo tiempo, todos los materiales que la componen son 100% naturales y no existe presencia de plásticos, derivados del petróleo o pinturas. De esa manera, extendemos el significado del monumento no sólo a las formas a las que remite, si no también a los componentes con los que ha sido construido.

Es una foguera sin ninots convencionales, ya que en su lugar, el árbol central estará rodeado por un bosque de árboles quemados que, con ayuda de guardias forestales, se han recogido de los montes de La Nucía y Torremanzanas, incendiados durante el verano de 2012. De esa forma se visibilizan en la ciudad de una manera directa las consecuencias que los incendios forestales causan en los bosques de nuestra provincia. Estos árboles estarán dispersos alrededor de la estructura central, por lo que se rompe con la disposición cerrada y compacta de la hoguera tradicional, generando una composición transitable del mismo modo que un recorrido entre los árboles de un bosque.

El Bosque de la Memoria, es una hoguera dinámica y participativa, ya que los miembros de la hoguera repartirán hojas verdes de papel a los visitantes que se acerquen hasta el monumento. En estas hojas, podrán escribir deseos y mensajes que posteriormente se colgarán del árbol central. De esta forma, los espectadores darán vida al árbol haciéndolo brotar, haciéndose partícipes de una hoguera que tendrá una transformación dinámica e interactiva a lo largo de los días que estará plantada.

Los Wish Tree son usados como objetos para realizar deseos y ofrendas debido a que los árboles se identifican con valores espirituales en muchas culturas. La tradición adaptada a diversas culturas, establece que los participantes realicen ofrecimientos para obtener el cumplimiento de una petición por parte de un espíritu de la naturaleza, santo o deidad.
En Escocia existen árboles cuya corteza se llena de monedas incrustadas, así como innumerables árboles señalados con rituales específicos que incluyen colgarles etiquetas con deseos; en Irlanda se visten con prendas tejidas a medida (clootie wells) y en los Lam Tsuen Wishing Trees de Hong Kong se lanza una naranja con una nota atada tratando de que se enrede entre las ramas.
Incluso la tradición del árbol de navidad se asocia a un ritual pagano conectado con la adoración mitológica a los árboles como símbolos de inmortalidad y fertilidad en las antiguas culturas europeas.
Desde la década de 1990, el Wish Tree se convirtió en una pieza fundamental de las exposiciones de Yoko Ono, reintroduciendo en la cultura contemporánea este tipo de interacciones con los árboles.

La madera de bambú se emplea en Asia para la construcción de espectaculares estructuras y andamiajes gracias a su elevada resistencia y flexibilidad, siendo una alternativa más eficaz que los materiales industrializados.
Las características del material y la disposición espacial irregular de estos entramados les aporta gran resistencia, utilizándose no sólo en edificios de poca altura, sino también en grandes templos y rascacielos con total eficacia.

Las construcciones de madera realizadas en el festival Burning Man, en el desierto de Black Rock (Nevada, USA) son grandes estructuras efímeras realizadas en madera, y que se queman al finalizar el festival dentro de un ritual nocturno, con muchos paralelismos con Fogueres.
El festival se trata de un experimento en comunidad de autoexpresión y autosuficiencia radical, en el que el arte y la filosofía leave no trace (no dejar rastro ecológico) fundamentan todas las intervenciones realizadas.

El monumento es innovador formalmente, ya que está construido íntegramente por tablones de madera, por lo que deja a la vista su entramado interno y muestra con sinceridad a los espectadores cual ha sido su proceso constructivo. Su forma troncopiramidal abierta y su aspecto visual no figurativo, rompen con la estética más tradicional de las hogueras.

Por último, El Bosque de la Memoria es un monumento didáctico y comprometido. Su carácter didáctico radica en que a través de la hoguera y de todo lo que la compone tratamos de realizar un acto de concienciación sobre un problema que afecta a nuestro entorno natural mas próximo y al marco temporal del verano alicantino, que inauguran las hogueras el 24 de Junio.

Esto se hará visible a través de los árboles quemados presentes en el monumento, de la explicación que acompañará al monumento y de un audiovisual documental (vídeo 1, vídeo 2) proyectado junto a la hoguera en el que habrá imágenes de los incendios que se han producido en los últimos años.

De la misma forma, este monumento tiene un carácter comprometido, ya que su historia no terminará con la cremà del mismo. Para contrarrestar las emisiones de CO2 que la hoguera liberará a la atmósfera durante la cremà, la Foguera Pla del Bon Repòs-La Goteta se compromete a plantar un bosque de pinos en la vecina Serra Grossa durante el otoño de 2013, que todos los vecinos puedan disfrutar y que crezca año tras año al mismo tiempo que la historia de la comisión. De esta forma, nuestro intento de concienciar a la sociedad sobre la problemática de los incendios no se limitará a los cuatro días de la fiesta, si no que perdurará durante años a través de una plantación anual de árboles y su cuidado, con lo que se reforzará el vínculo existente entre el barrio y su hoguera.