Como resultado del concurso de ideas “Premio Pere Sunyer” de intervención en el espacio público, se me adjudicó la construcción de esta peculiar obra. Tiene por objeto conmemorar un hecho histórico singular: el comienzo de la construcción, ahora hace 200 años, de un canal navegable entre Reus y el Puerto de Salou. A esta particularidad, hace falta añadir que este lugar también destaca como puerta de entrada y espacio de bienvenida a la ciudad de Reus.

Estos dos argumentos son los que quedan sintetizados en la plaza a través de una gran ola, que quiere significar a su vez, el inicio del canal y el gran esfuerzo realizado por su promotor en el proyecto de creación de un canal de navegación hace ya 200 años, que por diferentes motivos no se pudo finalmente realizar. Esta gran ola es también un punto de referencia del acceso de Reus desde Salou, un elemento que a medida que te acercas y giras alrededor de ella, va configurando múltiples formas.

Los elementos principales que configuran la plaza son, además de la escultura tubular de acero inoxidable, dos balsas de agua a diferente nivel, la primera y más elevada tiene forma de popa de barco, en ella confluye las olas, que en su encuentro con la balsa recrea, a través de una serie de surtidores, la llegada del mar y la creación del canal de navegación. Una cascada conecta el nivel superior con el inferior, éste último representa el canal en su salida hacia el mar, que está acompañada en todo momento de vegetación de ribera. La iluminación siempre resalta los aspectos más significativos de la plaza, como la ola, la creación del canal, y su salida a través de la cascada.

De esta manera se quiere significar el esfuerzo, la llegada, la creación y la salida del canal hacia el mar, a través de un elemento principal, el agua, que a medida que avanza adquiere nueva formas, nuevos ritmos hasta su regreso al mar.