La piscina se sitúa en el sector A1-S1 As Lagoas, en la parcela de uso dotacional de su límite Sur, muy próxima a las zonas verdes proyectadas.

La estrategia general se basa en el contexto natural y edificado. Por un lado, se buscaba que el edificio potenciase las conexiones peatonales de la zona, relacionase las dotaciones cercanas y no fuese un edificio “objeto obstáculo” sino que permitiese la conexión de calles hasta ahora sin salida.

Por otro lado, en la parcela existe una diferencia de cotas entre un extremo y otro de 3m, condición que lejos de ser un inconveniente se decidió poner en valor: deprimiendo ligeramente la cota de la planta de acceso, la cubierta del edificio podía convertirse en plaza transitable, conectando los distintos niveles y calles que confluían en la parcela.

La parcela, de 1847 m2 de superficie, posee una forma muy irregular, en especial al Sur en su encuentro con el tejido urbano existente. Se vio conveniente dividir el programa en dos volúmenes, conectados en planta baja, apoyándolos en los ejes principales de la parcela (el eje de la calle de acceso, y otro inclinado buscando la máxima dimensión). De esta manera se conseguía resolver de forma sencilla un programa de grandes dimensiones característico de estas dotaciones deportivas, dejando en la zona central una crujía de patios centrales para la iluminación de las distintas dependencias.

El edificio, con la plaza como elemento central del proyecto, manifiesta un carácter rotundo y claro en su volumetría, potenciando el carácter singular y representativo del mismo. Se busca una mayor integración con el tejido existente, y de ahí que el volumen más alto se encuentre más cercano al edificio de viviendas de nueva construcción (de Baja+3 alturas) mientras que el volumen más bajo y la plaza queden más próximos a los muros de huertas y casas de pequeña altura, estableciendo una transición óptima entre una y otra.

Es un edificio totalmente accesible y adaptado a personas con discapacidad. En el interior, se ha cuidado especialmente la iluminación natural de los distintos espacios (andenes, piscina, vestuarios y zonas de distribución). Se huye de la imagen mónotona de un pasillo con dependencias a los dos lados, introduciendo visuales diagonales y revestimientos de madera que ofrecen al usuario una perspectiva atractiva y cambiante.

En las fachadas se sigue la misma claridad y sencillez que en el planteamiento urbanístico: la utilización de pocos materiales evidencia las cualidades de los mismos: hormigón visto en la planta de acceso y madera en la planta superior, como un elemento más del mobiliario de la plaza, que se completa con zonas ajardinadas y especies arbóreas.