Proyectamos para los pequeños municipios de Extremadura una parada de autobuses modular, un elemento neutro, desnudo, casi transparente, que mantenga protagonista al paisaje que lo circunda, y pueda ser utilizado a la vez como lugar de espera, encuentro y estancia. Se enriquece con elementos reconocibles del acervo cultural popular tales como la pérgola, la celosía o el banco, que hacen al arquetipo más aprehensible.

Se concibe como un puzzle formado por varias “piezas tipo”; módulos prefabricados de hormigón blanco de dimensiones 3 x 3 m y espesor 0.15 m, cuyas combinaciones dan lugar a múltiples tipologías y por tanto a diversas formas de utilización. Su cualidad modular le permite crecer en función de la necesidad de espacio en cada caso; constituyéndose la de menor dimensión mediante la combinación de los tres módulos básicos, a los que se pueden ir añadiendo tantos módulos complementarios como se precisen.

La prefabricación en taller permite su transporte y montaje en obra con una preparación mínima previa del suelo soporte, contribuye a la reducción de costes y facilita la integración de la iluminación, que queda protegida en el seno de las piezas de hormigón, haciendo muy difícil su vandalización.