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Dibujar arquitecturas. Dibujo, profesión y arquitectura en los años setenta y ochenta.

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Title: Dibujar arquitecturas. Dibujo, profesión y arquitectura en los años setenta y ochenta.
Author: Teresa Larumbe
Thesis director: Mariano González Presencio, Javier Martínez González
Reading Center: E.T.S. A - Pamplona - UNAV
Publication date: 23/03/2018
Type of document: text
Abstract in English:

The thesis analyses one phenomenon that took place during the seventies and eighties: the swan song of the traditional architectural drawing. A flourishment of architectural drawing, made in an artisanal way, that merged in midst of an irreversible process of industrialization of society, before the arrival of the new digital tools of design that would remove the squares, triangles, compasses, ink, gouaches, pencil colours, and pastels that had crowded the draughtsman’s tabletops since the foundation of the profession in the 15th century. An episode whose keys have been found in what historiography named The Project of Autonomy, and they lead us to address these drawings as the result of the effort made by the architects to take back control of their work objects; to re-establish their oversight over the production of architecture and the design of the city; and to restore the identity of the discipline and the profession of architecture that was being blurred by the new social, economic and productive structure during the second half of the 20th century.

The narration starting point is the crisis of the profession in the late sixties, caused by the liberalization of the professional exercise of architecture, which had converted the architecture in consumption good, and had reduced the role of the architect to that of a mere technocrat. Against it arose a reaction from within the architectural culture, which claimed those spaces where the architect could carry out its work autonomously, and aimed to restore the artistic prestige of architecture and the role of the architect as the artisan of culture and the city. This would trigger a review of the foundations of the discipline and of architectural practice that would then lead the protagonists of that period towards an Albertian definition of the drawing, where they would not only rediscover the way where architecture is thought, but also as the apparatus with which the architect could decide the form of the architecture and the city.

In their efforts to re-outline such a specifically architectonic discipline, which is led and guided through drawing, and because they were very confident in being able to influence the definition of the image of architecture and the shape of the city through their designs, architects would pause in this intermediate stage of creation, and would pour their desires and aspirations on to the paper, giving rise to some drawings that would far exceed any purely professional intention, and would become autonomous objects, with an artistic value in themselves. Some drawings that would turn architecture, once again, in the art of drawing.

Spanish architects, rooted in a strong constructive tradition, would however never lose sight of the final purpose of the architectural drawing: the material construction of the project. In contrast with the architectural discourse contained in the designs and the new sensibility that specialized journals had contributed to spreading, in Spain the aim would be to overcome the limits of the graphic medium, in order to tackle the encounter between the promises what were contained in paper and the physical reality. A fact that would ultimately give rise to some buildings that will emphasize the continuities and the contradictions between the architecturala work that was developed within the paper and the economic and productive structure that made it possible the construction of the project.

Abstract in Spanish:

Esta tesis aborda uno de los fenómenos que protagonizó el panorama arquitectónico en los años setenta y ochenta: el canto de cisne del dibujo de arquitectura tradicional. Un último florecimiento del dibujo arquitectónico, realizado de manera artesanal, que emergería en medio de un proceso irreversible de industrialización de la sociedad, como si presintiese su muerte ante la inminente llegada de los instrumentos de diseño digital, que barrerían las escuadras, cartabones, compases, tintas, aguadas, lápices de colores y pinturas pastel, que habían poblado las mesas de los estudios de arquitectura desde la fundación de la profesión en el siglo XV. Un episodio cuyas claves se han encontrado en lo que la historiografía ha denominado el Proyecto de Autonomía, y nos llevan a interpretar estos dibujos como el fruto del esfuerzo realizado por sus artífices para recuperar el control sobre la materia de su propio trabajo; afirmar las competencias del arquitecto sobre los procesos de construcción de la forma y la imagen de la ciudad; y volver a perfilar la identidad de una disciplina y una profesión, que la estructura social, económica y productiva implantada en la segunda mitad del siglo XX, amenazaba con difuminar.

El relato de este renacimiento gráfico toma como punto de partida el análisis de la crisis que atravesó la profesión a finales de los años sesenta, derivada del racionalismo capitalista moderno, al ver la arquitectura convertida en un bien de consumo y el arquitecto reducido a un mero tecnócrata. En este contexto, surgirían unas reacciones en el seno de la disciplina, que tratarían de delimitar esos espacios donde el artífice pudiera gozar de la autonomía necesaria para desarrollar su trabajo, y con ello restaurar el prestigio artístico de la arquitectura y reivindicar el papel del arquitecto como artesano de la cultura y la ciudad. Este deseo desencadenaría una revisión de los saberes y procederes que habían contribuido a definir la identidad de la profesión a lo largo de la historia, que inevitablemente desembocaría en la definición albertiana del dibujo. Pues si el dibujo era el instrumento del que se había servido a Alberti para definir al arquitecto como profesional liberal frente al maestro de obras del medioevo, a finales del siglo XX sería redescubierto como la manera específica de pensar la arquitectura y como el dispositivo con que contaban nuestros protagonistas para afirmar su poder de decisión sobre la arquitectura y la ciudad.

En su esfuerzo por recrear ese quehacer disciplinar, específicamente arquitectónico, conducido y guiado a través del dibujo, y con la confianza de poder incidir en la realidad construida a través de los atributos propios de sus diseños, los arquitectos se detendrían en el espacio intermedio de la creación, volcando sus esfuerzos en la confección de unas láminas que excederían con creces cualquier intención meramente profesional, para erigirse como unos objetos artísticos en sí mismos. Unos dibujos que harían de la arquitectura, una vez más, el arte del dibujo.

Sin embargo, arraigados en una fuerte tradición constructiva, los arquitectos españoles no perderían de vista el horizonte último del dibujo: la construcción material de la obra. Frente al discurso arquitectónico contenido en los proyectos y la nueva sensibilidad que las publicaciones habían contribuido a difundir, nuestros arquitectos tratarían de traspasar los confines del medio gráfico para abordar el encuentro entre las promesas atrapadas en el dibujo y la realidad física, obteniendo como resultado unos edificios que, en último término, vendrían a subrayar las continuidades y las contradicciones entre ese trabajo específicamente arquitectónico, desarrollado en el papel, y la estructura económica e industrial que hacía posible la construcción física del proyecto.

Topic: Arquitectura -- Historia
Abstract in Portuguese:

Esta tese aborda um dos fenômenos que protagonizou a cena arquitectónica nos anos setenta e oitenta: o desenho arquitectura tradicional canto do cisne. Um desenho arquitectónico última floração, feito por artesãos que surgiriam no meio de um processo irreversível de industrialização da sociedade, como se presintiese sua morte antes da chegada iminente dos instrumentos de design digital que varrem os suportes, reforços, bússolas, tintas, guache, lápis e pastéis, que tinha povoadas tabelas estudos de arquitectura desde a fundação da profissão no século XV. Um episódio cujas chaves estão em que a historiografia tem chamado a autonomia, e nos levam a interpretar esses desenhos como fruto dos esforços empreendidos pelos seus criadores para recuperar o controle sobre sua própria matéria de trabalho; afirmar as competências do arquiteto sobre os processos de construção da forma e imagem da cidade; e re-forma a identidade de uma disciplina e uma profissão que a estrutura social, econômico e produtivo implementado na segunda metade do século XX, ameaçou a se confundir.

A história desse renascimento gráfico toma como ponto de partida a análise da crise pela qual a profissão passou no final dos anos 60, derivada do racionalismo capitalista moderno, vendo a arquitetura convertida em um bem de consumo e o arquiteto reduzido a um mero tecnocrata Neste contexto, surgiriam reações dentro da disciplina, que tentaria delimitar os espaços onde o arquiteto poderia desfrutar da autonomia necessária para desenvolver sua obra, e assim restaurar o prestígio artístico da arquitetura e reivindicar o papel do arquiteto. como artesão da cultura e da cidade. Esse desejo provocaria uma revisão dos conhecimentos e procedimentos que ajudaram a definir a identidade da profissão ao longo da história, o que inevitavelmente levaria à definição albertiana do desenho. Pois se o desenho foi o instrumento que Alberti utilizou para definir o arquiteto como profissional liberal contra o mestre das obras da Idade Média, no final do século XX seria redescoberto como o modo específico de pensar a arquitetura e como o dispositivo com o qual Nossos protagonistas contaram com a afirmação de seu poder decisório sobre a arquitetura e a cidade.

Em seu esforço para recriar essa disciplina esforço, especificamente arquitetônico, conduzido e guiado através do desenho, e a confiança para influenciar realidade construída através dos atributos de seus projetos, arquitetos iria parar no espaço intermediário a criação, voltando seus esforços na fabricação de algumas folhas que excederiam com mais do que qualquer intenção puramente profissional, para se estabelecerem como objetos artísticos em si mesmas. Alguns desenhos que tornariam a arquitetura, mais uma vez, a arte do desenho.

No entanto, enraizados em uma forte tradição construtiva, os arquitetos espanhóis não perderiam de vista o horizonte final do desenho: a construção material da obra. Contra os arquitectónicas projectos de conteúdo do discurso e da nova sensibilidade que as publicações tinham ajudado a se espalhar, nossos arquitetos tentar ir além dos limites de uma maneira gráfica para abordar o encontro entre as promessas presas no desenho e realidade física, resultando em uma edifícios que, afinal, viriam a sublinhar as continuidades e contradições entre aquele trabalho especificamente arquitetônico, desenvolvido em papel, e a estrutura econômica e industrial que viabilizava a construção física do projeto.

CD content type: Tesis