Punto de inflexión. Posiciones radicales para un mundo en cambio.
Vivimos en un mundo en constante mutación. Ya sean conflictos políticos, desigualdades sociales o desastres ecológicos; el planeta y la humanidad están en continuo cambio, aproximándose cada vez más a un estado de colapso. Vivimos en un mundo globalizado e interconectado, tanto digital como físicamente, donde las acciones diarias que tomamos en nuestro entorno inmediato, tienen un impacto drástico en otras partes del mundo. Un “efecto mariposa” donde pequeños cambios pueden tener consecuencias imprevistas en diferentes lugares y momentos. Nuestras acciones diarias no sólo afectan a nuestro entorno cercano, sino que también tiene un impacto indirecto en otros países y contextos.
En Febrero de este año, el periódico The Guardian publicó una serie de artículos en los que examinaba el impacto medioambiental del principal material usado en construcción, el cemento. Después del agua, el cemento es el segundo material más consumido en el mundo y el causante del 8% de las emisiones globales de CO2. Si a esto añadimos que el sector de la construcción contribuye al 23% de la polución del aire, el 40% de la contaminación del agua potable y el 50% de los residuos en vertederos, la situación es crítica. Vivimos en un momento de máxima urgencia donde los recursos naturales tienen fecha de caducidad y debemos reflexionar y poner en perspectiva el impacto de la arquitectura tanto en la sociedad como en el planeta. Un planeta en el que necesitamos crear hábitats para una población mundial que aumentará un 25% en los próximos 30 años. ¿Cómo están respondiendo la arquitectura y los arquitectos a estos problemas desde una escala local y global?
Los años sesenta y setenta fueron décadas tumultuosas de desorden político y agitación social. Desde la construcción el muro de Berlín al movimiento antinuclear, las protestas contra la guerra de Vietnam o los disturbios estudiantiles de Mayo del 68, estos años ocupan un lugar destacado en nuestra historia reciente. Las injusticias se debatieron abiertamente y se gestaron pensamientos radicales que cuestionaban el statu quo así como las convenciones y prácticas existentes en varias esferas de la vida, incluida la arquitectura. Vivimos un momento igualmente crítico con paralelismos directos pero con 50 años menos en la cuenta atrás.
Éste es el momento de entender el impacto de la arquitectura holísticamente y de crear diseños radicalmente innovadores que actúen con riesgo para cambiar la forma en la que actuamos en nuestro entorno. Necesitamos trabajar desde la colaboración, entendiendo el trabajo del arquitecto como parte de una red compleja, como el propio planeta, donde el flujo de conocimiento y acción sea permanente, definiendo nuevos formatos de actuación que renegocien la relación entre los propios humanos así como con el medio. Necesitamos entender cómo relacionarnos entre nosotros para poder entonces entender cómo gestionar una relación más empática con otras especies y nuestro entorno.
Lo correcto ya no es suficiente. No podemos seguir actuando de la misma manera, necesitamos generar un punto de inflexión. Necesitamos introducir un cambio de pensamiento, agenda y práctica, para crear una mayor concienciación y demostrar a la sociedad el poder transformador de la arquitectura para reparar nuestros entornos. Necesitamos desarrollar proyectos y estrategias que nos permitan transformar radicalmente nuestro impacto en el planeta y reparar nuestra relación con nuestro entorno, social, político y medioambiental, generando un espacio más democrático para todos.
Esta convocatoria de arquia/próxima se plantea con el objetivo de buscar estrategias, reflexiones y materializaciones que actúen con riesgo para cuestionar el estatus quo y la concepciones prestablecidas, presentado propuestas que permitan generar un cambio radical en las prácticas de arquitectura contemporánea. Los proyectos seleccionados en esta convocatoria funcionarán a modo de cápsula del tiempo, un reflejo de la agenda de los arquitectos hoy que cristalizará cómo están respondiendo con formatos críticos e innovadores a los cambios sociales, políticos, económicos y medioambientales. Una oportunidad para examinar y discutir colectivamente asuntos de vital importancia para nuestra sociedad y nuestro planeta, y destacar aquellas prácticas que actúen con riesgo e innovación ante los cambios locales e internacionales para así generar una nueva radicalidad en arquitectura.