Ubicado en la emblemática Staromestska Namesti, Plaza de la Ciudad Vieja, el proyecto se enfrenta a un controvertido vacío que dura hasta la actualidad desde que un bombardeo de la II Guerra Mundial destruyera el edificio del Ayuntamiento, coronado por la Torre del Reloj Astronómico, que la presidía originalmente. A lo largo de los años se han llevado a cabo hasta cuatro concursos para reemplazarlo, todos ellos abandonados por diferentes razones políticas, proyectándose en los años 80 un parque arbolado que sigue las trazas de las antiguas edificaciones y actúa como velo, sin definir una fachada apropiada para la plaza de la Ciudad Vieja.

A pesar de seguir siendo éste uno de los lugares más representativos de la ciudad y escenario de eventos de toda índole, su actividad diaria ha sido absorbida por la masificación turística, incidiendo negativamente en la actitud de los ciudadanos locales que han perdido el interés por un lugar tan banalizado.
Praga, ciudad famosa por su gran tradición en teatro clásico, ópera o ballet, y cuna de géneros singulares como el teatro negro o el teatro de marionetas, sufre sin embargo una carencia palpable de salas representativas de teatro contemporáneo, siendo este quizás el nuevo icono que la plaza necesita para recuperar la interacción cosmopolita e integradora que tuvo en sus orígenes.

La solución, consciente de la gran importancia del lugar en que se ubica, renuncia a una visión arquitectónica autónoma planteándose como una secuencia articulada de espacios y volúmenes que, en un delicado punto de confluencia del grano medieval frente a la trama neoclásica, dan cohesión al tejido en términos de escala urbana y sensibilidad histórica.
En busca de un desarrollo íntimo con el entorno, se propone un edificio macizo de piel continua que, mediante una reinterpretación actual de materiales y texturas, se relaciona con el ornamento de sus vecinos a través del despiece de las carpinterías de madera –a modo de mordiscos, grandes paños o secuencias rítmicas de ventanas- dando respuesta a las diferentes situaciones a las que se enfrenta, sin perder un lenguaje unitario.

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