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Centro de Documentación / Ciclos

Arata Isozaki (1931-2022)

por Lina Toro

El acontecimiento es uno de los conceptos más controvertidos de la filosofía contemporánea. Según el filósofo esloveno Slavoj Žižek (Event, 2014), este no sólo reconfigura el presente y delega un futuro impensable sin él, sino que tiene la capacidad de redimensionar y articular el pasado que lo antecede para que este pueda explicarse: una guerra, un desastre natural, una sonata, un edificio… Son eventos que actúan como mecanismos espontáneos para comprender la realidad.

Desde los inicios de la Restauración Meiji, Japón no cesa de registrar acontecimientos radicales. [1] Desde el Gran terremoto de Kantō en 1923, pasando por la Gran incursión aérea de Tokio en 1942 o los Bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en 1945, hasta el Terremoto y tsunami del Gran Este de Japón en 2011; los sucesos retumban en una cultura vulnerable que, además, se resiste ante un proceso de recalcitrante occidentalización. Arata Isozaki (1931-2022) es producto de este contexto, un hecho que él mismo detalló en ‘Blue sky of surrender day: space of darkness ’. [2]

Isozaki, el «emperador de la arquitectura japonesa» según Tadao Ando, logró posicionarse en la vanguardia internacional por practicar libremente, y fuera de toda convención arquitectónica. Pero este arquitecto —nexo entre temporalidades y culturas divergentes—, fue también un exponente cardinal de la cultura acontecimental. Argumentó Ignasi de Solà Morales en ‘Los artículos de Any (2009) [3]—sendas reflexiones generadas a partir de las diez conferencias Any organizadas por él, Eisenman y el propio Isozaki—, que esta cultura parida del caos es capaz de generar momentos energéticos importantes para cribar la adversidad al extraer de él «los elementos necesarios para construir un nuevo pliegue dentro de una realidad múltiple». No cabe duda de que Isozaki creó varios «puntos nodales de intensidad emergente» que instigaron, y generalmente desde la controversia, el debate arquitectónico local y global. [4]

Hijo de las ruinas de Hiroshima, y posteriormente testigo de la era donde lo permanente se remplazó por lo fluido, Isozaki entendió el edificio como ese elemento necesario para concebir las ciudades con sentido cultural. Quizás por ello se definió como un artista, un gestor produciendo pensamiento en favor de la creación de símbolos culturales. Muestra de ello fue su oposición a la demolición de la Torre Nagakin (1972) de Kisho Kurokawa [4]. Argumentó que su mera permanencia en la ciudad cambiante por antonomasia era una suerte de manifestación donde la producción arquitectónica traspasaba sus propios límites para transformarse en arte. «Si el Metabolismo ha sido la corriente más importante de Japón, ¿no deberíamos acaso preservar esta evidencia como modelo cultural de nuestra era? Es nuestra obligación y deber conservarla», comentaba hace una década en el documental de Rima Yamazaki. [5]

Este arquitecto-artista experimental —cercano entre otros de John Cage, Man Ray o Hans Richter—, también definió su práctica como un desafío autoimpuesto en lo desconocido, lo que le permitió «crear la diferencia en cada proyecto» [6]. En este sentido puede afirmarse que ejercitó honestamente una estética japonesa; aquella que en comparación con occidente está más interesada en los procesos que por el producto final, y más atenta en la construcción de un yo que por la expresión de este. [7] Posiblemente este fuere su camino particular para alcanzar la llamada «esencia de la arquitectura», algo que aseguró entendió muy bien Palladio: «Si Palladio estudió la arquitectura romana para entenderse; yo le estudio a él para entenderme a mí mismo», apuntó a propósito de la exposición  Andrea Palladio through the contemporary eyes architects (2009), con casi ochenta años. [8]

Pero en la experimentación radical en más de cien proyectos construidos, fue también acusado de haber entregado su identidad cultural a occidente. Sin embargo, en el compromiso del sin riesgo no hay avance, logró lanzar la carrera de Zaha Hadid; o de una jovencísima Momoyo Kaijima, a quien invitó a colaborar en ‘Architecture of the year: camera obscura or architectural museum of revolutions ’ (1996) [9], donde nació la exposición y posterior libro Made in Tokyo (2001). También posibilitó la participación de Koolhaas o Holl en el mítico proyecto de viviendas de Fukuoka, Nexus II; o de SANAA, Odile Decq, SHA, o Mansilla y Tuñón en el Parque cultural de Nanjing, entre muchos otros.

Isozaki, el «emperador de la arquitectura japonesa» según Tadao Ando, logró posicionarse en la vanguardia internacional por practicar libremente, y fuera de toda convención arquitectónica. 



Hijo de las ruinas de Hiroshima, y posteriormente testigo de la era donde lo permanente se remplazó por lo fluido, Isozaki entendió el edificio como ese «elemento necesario» para concebir las ciudades con «sentido cultural».

Recursos

Todos estes recursos ofrécennos un panorama moito máis complexo e intenso.

 

 Recursos externos

MoMA: Museo de Arte Moderno

Arata Isozaki

Acceder a la web

Arata Isozaki: Four Decades Of Architecture

Richard Koshalek

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Un tratado de estética japonesa

Donald Richie 

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The Modern Tokyo Viewed From the Architectures

Yoshiharu Tsukamoto

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Katsura Villa

Arata Isozaki 

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Japan-ness in Architecture

 Arata Isozaki y David B. Stewart

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Cognición corporeizada: el contacto con la continuidad. Laboratorio de somática aplicada a la Arquitectura y el Paisaje

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ISOZAKI: GA Document Nº 77. Arata Isozaki:Special Isuue

 

Ver publicación
Lina Toro

Lina Toro. Arquitecta colombiana UPB-Medellín (2001); arquitecta española homologada por MECD (2007); Doctora Internacional ETSAM, UPM (cum laude), y Premio Extraordinario de Tesis Doctoral ETSAM, UPM 2020/2021 y Premio COAM Tesis doctoral 2022 con Learning from Las Vegas y Made in Tokyo: Pedagogía y Dibujo del Proyecto Arquitectónico (2021). Lina ejerce, enseña e investiga en arquitectura. Funda Dosmasunoarquitectos (2003-2013) y Linatoro.arch (2014-), siendo premiada en 33 concursos de arquitectura. Entre su obra construida: Behind the Scenes, Not Only a Car Wash (2016), CSS en Móstoles (2012), Casa Syntes (2009), Pasarelas M-30 (2007), 102 Viviendas en Carabanchel (2007). Su obra ha sido publicada en El Croquis, Domus, a+u, a+t... Fue codirectora de la revista Arquitectos CSCAE (2006-2013); coeditora y comisaria de Monoespacios: 15 Exposiciones y Libros, COAM (2004-2007); y autora de Pedagogías dibujadas para tiempos de crisis (Ed. Asimétricas, 2022). Enseña en: ETSAM, UPM (2008-), IE University (2014-) y UNAB, Chile (2020-). Es research fellow de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando + Fundación Arquia (2018), con la Beca de Investigación NY2018; visiting scholar, Columbia GSAPP (2019); Investigadora Postdoctoral Margarita Salas UPM (2022-2024); y visiting scholar, TU Berlin (2022-2023). 

Para más información: Lina Toro

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NOTAS

[1] Página web. The Museum of Modern Art. «Arata Isozaki | MoMA». [2] ISOZAKI Arata, B. Stewar,  David  Arata Isozaki: four decades of architecture. Rev. ed. Los Angeles: New York: Museum of Contemporary Art; Universe Pub, 1998. [3] Solà-Morales Rubió, Ignasi. Los artículos de Any. Barcelona: Fundación Caja de Arquitectos, 2009. [4] Documental. Arata Isozaki II: International Projects, 1990. Michael Blackwood. En «Fundación Arquia». [5] Documental. La Torre Cápsula de Nakagin, 2010. Rima Yamazaki. En «Fundación Arquia». [6] Video. Arata Isozaki — Time Space Existence, 2017. [7] Libro. Richie, Donald, y Núria Molines Galarza. Un tratado de estética japonesa. Primera edición: abril de 2021. Barcelona: Alpha Decay, 2021. [8] Arata Isozaki Hon RA: Andrea Palladio through the eyes of contemporary architects, 2009. [9] Reseña web. «Column - Feb. 18, 1997 (a)».