Se plantea un concepto de vivienda para la actualidad, diferente, capaz de asumir los incesantes cambios que se producen en la vida de los distintos usuarios. Se trata de dar la posibilidad de alquilar uno o varios habitáculos independientes, siempre con derecho a uso de zonas húmedas comunes. Se considera un planteamiento de desarrollo de vivienda muy útil en ciudades que se encuentran en plena ebullición cultural, como lo es Berlín.
Se entienden los habitáculos como unidades independientes de proporciones y superficie equivalentes a las de cualquiera de las estancias de una vivienda común, son por tanto capaces de asumir, entre otras, cada una de las actividades que se realizarían en ésta. Se materializan como cajas abstractas capaces de absorber las necesidades de decoro de cualquier usuario.
Se adhiere a la medianera un contenedor de comunicaciones y zonas húmedas así como de instalaciones. A través su envolvente este elemento supone la abstracción de la sección de la edificación propia de la zona, con sus peculiares áticos acristalados. Esta piel, de listones de madera, crea un filtro que propicia un paso gradual desde lo más público de la calle hasta lo privado de cada individuo.
Toda esta disposición volumétrica favorece la entrada de luz y ventilación tanto a todos los habitáculos como, en planta baja, al paso peatonal al centro de manzana.