Machine à jouer es esencialmente un ejercicio de estilo, un divertimento donde se unen referencias y obsesiones (tales como la Inglaterra victoriana o los juguetes a cuerda) y dan como resultado un espacio de cuento -al menos para los que compartan tales filias-. El planteamiento es el de una pequeña vivienda donde el día a día este salpicado de pequeños divertimentos derivados del mecanismo para el control de temperatura.

Se utilizara para este fin un sencillo pero aparatoso sistema de engranajes que, accinados por el agua de lluvia -en San Sebastián de eso hay de sobra- puedan accionar los mecanismos de apertura y cierre de los paneles que cumplen la función de stores.

Este proyecto es, al fin una pequeña sinfonía steam-punk que San Sebastián, modernista y hasta cierto punto decadente, inspira las largas tardes de lluvia.