El sueño , “Una torre para volar”.

Un lugar mágico, profundo. El llamado “Salto de Roldán” ,una formación rocosa en el Prepirineo oscense de Aragón. Formada por dos inmensas moles pétreas que configuran la puerta de entrada a la Sierra de Guara y avanzan como proas sobre la Hoya de Huesca. Se trata de la Peña San Miguel de 1.123 m y la Peña Amán, 1.124 m.

Suspendido en el presente, entre el pasado y el futuro, en lo alto de una roca, entre dos “precipicios", una inspiración enraizada en sensaciones. Aquellas que nos mueven a subirnos a las alturas y ser conscientes que frente a la grandeza de la naturaleza el hombre es diminuto y el tiempo pasa lo mismo que pasan las nubes delante del que observa.

Una estructura metálica ligera vertical que emerge de la roca y desaparece en el horizonte para crear una torre en la pared. Un “vivac”, un espacio temporal y emocionante en las nubes.