PARA ATRAPAR AL SOL
Dos muros conforman un círculo,
Un CIRCULO, que en el sentido de Heidegger es:
el paisaje,
la naturaleza,
el sol,
la luz,
lo infinito,
lo inmesurable,
lo irracional,
lo espiritual del hombre.
Dos muros que se manifiestan como torre,
muros estereotómicos en su idea y tectónicos en su orden.
Una TORRE que es elemento referente, al igual que un árbol.
La ortogonalidad de la torre, como le ocurre a la de Comares en la Alhambra,
se polariza por un eje visual que la traspasa.
“En la naturaleza creada se abre una puerta a la emoción.
En la naturaleza dada se abre una ventana desde la emoción.
Por la puerta se sale y se entra físicamente.
Por la ventana sólo se sale con la mirada.”
Un espacio estereotómico con carácter íntimo e introvertido, penetrado por el sol,
en cuyo interior se pierde la referencia del exterior,
para abstraer la naturaleza con elementos lejanos,
casi infinitos, como el horizonte, el sol y el cielo.