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Pretendemos atender a las ausencias con igual intensidad que a lo existente, porque ésa es la belleza de la ruina que hace referencia a lo que ya no existe pero se percibe por su ausencia.

INTERVENCIÓN EN EL CASTELLO ARAGONESE DE ISCHIA, ITALIA. Concurso: Finalista y Primer Accésit.

Las cicatrices que produce la historia enriquecen y dan una densidad distinta a las cosas haciendo desaparecer lo que no es esencial, y ésa es la belleza de la ruina porque también hace referencia a lo que ya no existe pero se percibe por su ausencia. Pretendemos atender a estas ausencias con igual intensidad que a lo existente, queremos dar tanta importancia a aquello que está presente y a las relaciones que el paisaje y la ruina han construido como a lo que se desvaneció con el tiempo. Proponemos la reconfiguración espacial solicitada de la catedral como una materialidad y una luz, unos recorridos y unas relaciones a partir de los indicios que nos permiten evocar una atmósfera que debió existir. Podemos rastrear las ausencias, descubrir las pistas que evocan aquello que debió ser y trabajar a partir de ellas reconstruyendo miradas y vínculos. Recuperar la nave blanca, la mirada axial desde el gran hueco abierto al mar y la cota perdida del campanario son intervenciones que atienden a las ausencias, a aquello que se desvaneció en el tiempo pero que hoy podemos recobrar como verdadera esencia de la Catedral. Proponemos tejer una camisa que vista la ruina, ofreciendo refugio a ésta y enmarcando mediante recortes superpuestos los elementos que constituyen la realidad esencial de la Catedral: los elementos constructivos (el arco y el muro), los stucchi settecenteschi, las miradas sobre el paisaje y la relación con el Castello Aragonese. Una Máscara envolvente que evoque el espacio mediterráneo de la Catedral, un gran vacío blanco abierto al mar, y le ofrezca la necesaria protección a los elementos más delicados, permitiendo el transcurrir de las instalaciones entre sus dobleces. La superficie de la máscara discurrirá por muros, suelo y cubierta, recortada allí donde queramos fijar la mirada e inducir recorridos, trepará por la torre para permitir la visión perdida con el tiempo. Actuará como una protección frágil, de emergencia, que preserve la presencia inacabada de la catedral como una realidad vinculada definitivamente al paisaje y a la topografía del Castello Aragonese.

“He construido castillos en el aire tan hermosos que me conformo con las ruinas”

Jules Renard

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

III Edición 2010-2011
II Edición 2008-2009