Las nuevas oficinas de Alhóndiga la Unión se realizan dentro de un marco muy determinado. Como punto partida de proyecto se pide la reubicación de las oficinas dentro de la nave existente,con la fachada principal abriéndose a una calle de tráfico instenso, sin aceras y que hasta ese día se trataba de una fachada trasera donde se almacenaban residuos y acopio de materiales. Así el proyecto trata de responder a estas circunstancias conquistando un nuevo espacio abovedado y con una inclinación de un 1 % en la parte interior de la nave, y la transformación de una fachada que pasa a ser la fachada principal del edificio en su parte exterior. A esto hay que sumarle la complejidad de encajar una serie de necesidades cambiantes que el proyecto debe absorber a lo largo del tiempo.

 El proyecto, partiendo de estas circunstancias y usando el concepto actual de oficinas, trata de poner en valor los espacios abovedados a través de la conquista de este espacio interior, resultando una serie de espacios abiertos con distinta concentración y expansión del espacio que organiza las necesidades de las oficinas. También se establece una conexión con la nave a través de aberturas estratégicamente situadas en ambas plantas de proyecto.

La sala de ventas se trata como un volumen anexo a las oficinas, un espacio con unas características concretas, tanto acústicas como visuales y una relación directa con la actividad diaria de la nave y las oficinas

 En el exterior se actúa en la fachada a partir de dos elementos que tratan de darle el protagonismo necesario:

-Un zócalo, como elemento tradicional realizado con un material actual que absorbe el ritmo de huecos en planta baja y que se pliega para realizar una embocadura que sirve para marcar la entrada principal.

- Un “brise soleil” consistente en una superficie de chapa perforada  plegada que aparece como un nuevo volumen,  un velo que señala y matiza la fachada principal y aporta un ritmo y una vibración de reflejos y brillos que cambia con la luz del sol  lo largo del día y con respecto a la posición del observador. Además, aporta soluciones para el mantenimiento de la misma y a los problemas de soleamiento que plantea una fachada con orientación oeste.