La propuesta del nuevo mercado agrícola de Guía plantea diversos aspectos de máximo interés desde el punto de vista de la arquitectura y su relación con el paisaje. La montaña de Guía, la cercanía del mar, el futuro parque que se desarrollará sobre una antigua trama agrícola y sobre todo un estanque vacío, se antoja un escenario perfecto para desarrollar una propuesta que sea capaz de integrar en un entorno tan singular como éste, una propuesta innovadora que dé respuesta a las necesidades de los nuevos hábitos de consumo y comercio, y a su vez sea capaz de integrarse y dialogar perfectamente con este paisaje tan singular.

Plantear una propuesta arquitectónica con un programa técnico definido (accesos, carga/descarga, mantenimiento, etc...) dentro de un estanque con un valor paisajístico y arquitectónico tan importante plantea diversas cuestiones.

Tan importante es no modificar los muros del estanque, como a nuestro entender poner objetos extraños delante de los mismos. De nada sirve no “tocar” los muros del estanque si después sitúo volúmenes edificatorios delante de sus muros. La visión desde la lejanía ya estará desvirtuada.

Otra de la cuestiones que se plantean es: ¿Como relaciono el mercado agrícola dentro del estanque con el espacio libre y el espacio deportivo sin poner elementos delante del estanque?. ¿Es capaz de relacionarse el mercado, envuelto en un cerramiento tan valioso, con su entorno más  inmediato?.

La solución está en la RAIZ. Es sorprendente cómo con el único gesto de descargar la base del muro del estanque sobre unas vigas de acero se descubre un nuevo acceso al corazón del estanque y por lo tanto al mercado, sin la necesidad de “tocar” el muro y por consiguiente, sin interponer tampoco ningún elemento delante del mismo. Con este gesto, se consigue además poner en relación la parcela destinada a deportivo con la destinada al mercado, mediante el mejor nexo de unión que puede existir: El espacio libre (futuro parque).