Estructuralmente, el edificio está pensado para que se comporte perfectamente a las acciones sísmicas. Cabe destacar que se trata de un terreno no demasiado resistente y además está situado en una zona sísmica. Se plantea el edificio como si se tratara del tronco de un vegetal. Estructura concéntrica a partir de un núcleo resistente. De esta forma, como pasa con las plantas, cuando se ejerce una sacudida o una acción eólica importante, la estructura se deforma, pero no se rompe. Esta tipología ha sido usada tradicionalmente, en países como el Japón, donde sus templos se sustentan de una forma similar.

Esta organización nos permite colocar las comunicaciones en el centro y liberar las zonas más luminosas para los espacios del programa.

La disposición en plataformas, y la inclinación de los extremos de las plantas en forma de V, permite tener luz natural permanentemente sin tener demasiada luz directa, ya que el solapamiento de las plataformas actúan como visera. Puntualmente se disponen unas oberturas en el tramo vertical de fachada, pero siempre controladas.