El cementerio se asienta sobre una parcela que muestra dos caras completamente diferentes: por un lado aparece un territorio totalmente alterado, con relleno de tierras procedentes de diversas obras, y por otro lado,  un paisaje sin apenas intervención humana, con abundante vegetación y plantas aromáticas, como el romero o la lavanda.

El proyecto da repuesta a esta situación diferenciada del entorno: se entierra en las zonas donde se ha almacenado tierra y permanece inalterado en el resto de la parcela, donde se reconocen y respetan las preexistencias: los caminos, los árboles, las plantas, las piedras…

La imagen del cementerio será la de un árbol, el árbol de la vida y de la muerte, que ancla sus raíces sobre la tierra acumulada en la parcela y sus ramas crecen sinuosamente por los caminos existentes en el lugar,  intentado reproducir el modo en que la naturaleza hace arquitectura.

El proyecto construye el territorio realizando una interpretación sensible del mismo. El paisaje existente y lo proyectado se funden en un todo, pasando a formar parte del lugar, que los asume como propios y los incorpora a su geografía, su geometría y su memoria. Las raíces del trazado penetran en la tierra acumulada, permitiéndonos salvar los árboles que permanecen semienterrados, asfixiados por la acción del hombre y que pasarán de nuevo a formar parte del entorno.

Se organiza el espacio en cuatro zonas: el acceso principal, la zona de enterramientos, la capilla y el tanatorio.

- ACCESO: se realiza bajo una cubierta de losa de hormigón, apoyada sobre tres pequeñas cajas de cobre, donde se ubican los baños, la zona destinada a horno y las instalaciones.

- ZONA DE ENTERRAMIENTOS: se organiza a partir de "grietas"; son las raíces del "árbol" que penetran en la tierra acumulada configurando pequeñas calles.

En cada "grieta" se dispondrán los nichos bajo una losa de hormigón en vuelo que los protege del sol y de la lluvia, resuelta con una cubierta ajardinada para mayor integración. La visión de los nichos es imperceptible desde la carretera.

El proyecto se resuelve previendo su desarrollo por fases, de tal forma que según crezca la demanda, se van realizando más aperturas sobre la tierra acumulada. Cada grieta se adapta a la topografía y a la vegetación existente, rescatando los árboles que permanecen semienterrados en la actualidad y que terminarán formando parte de estos nuevos espacios.

- CAPILLA: es concebida como un símbolo, como un monolito de geometría perfecta, un cubo reconocible como hito en el territorio. Se materializa mediante dos paralelepípedos, uno exterior de cobre y hormigón armado y otro interior suspendido del techo a 2,20 metros del  suelo construido en estructura de acero y muro de gaviones. El interior es concebido como un espacio para la espiritualidad, donde la luz natural juega un papel fundamental en ese proceso de transición hacia lo sacro.

- TANATORIO: se desarrolla a partir de la reconstrucción de lo que parece ser el antiguo muro de cierre de la parcela. Se realizará mediante muro de gaviones. Servirá de límite y de pauta para el desarrollo del edificio y de su futuro crecimiento. Arquitectura y entorno, de nuevo, se mezclan en un todo  que se complementa y se transforma mutuamente.

La reconstrucción de este muro servirá de límite de la edificación y configurará el corredor de servicio, con acceso independiente para el personal y los coches fúnebres.

Al sur de edificio se dispone otro corredor que actúa de antesala de las áreas de vela. Está completamente abierto a la parcela y a la capilla. En paralelo a este corredor se construye un porche con una parte maciza en su inicio, señalando el acceso a la edificación, y una parte ligera como continuación que permite el control del soleamiento y la ampliación del espacio interior mediante la apertura de las grandes cristaleras.

El interior del tanatorio se define mediante un módulo base compuesto por la zona de exposición del difunto, la zona de velatorio y la zona de estar. Este módulo base se completa con un pequeño patio que cumple dos funciones fundamentales: sirve de desahogo para las personas que velan al ser querido y permite la ventilación e iluminación natural de las salas de modo que se reduce el consumo de energía, mejorando la eficiencia energética del edificio.

Los materiales utilizados en el proyecto son el hormigón, el cobre y la piedra del lugar. La utilización de estos materiales responde fundamentalmente a criterios de integración en el entorno, durabilidad y escaso mantenimiento.

El hormigón pigmentado conformará los caminos, los muros de contención de tierra y los muros de la capilla.

El cobre se usará en el tanatorio y en el cerramiento de los baños públicos del cementerio. Configura una fachada ventilada que le confiere un buen comportamiento térmico y escaso mantenimiento. Es un material noble, que varía de aspecto con el paso del tiempo, integrándose perfectamente con los colores circundantes.

La piedra existente es el otro material fundamental en el proyecto. Se utilizará en la reconstrucción del muro del tanatorio, en el cubo interior de la iglesia y en la configuración de los trazados de los caminos y plazas de carácter simbólico.