De edificio hermético a polo centrífugo de cultura
Intervención integral en la planta superior de un mercado de los años 70 en desuso, reconvirtiendolo en nuevo polo cultural para el barrio (biblioteca, bar y cine). Transformación de un VOLUMEN masivo, cerrado y de geometría confusa, en un ESPACIO abierto, diáfano y representativo. A partir de la obligada respuesta a los condicionantes del edificio (estructura preexistente, servitudes de instalaciones,  altura escasa...) se concibe un edificio ligero, sin fachadas, un interior sin paredes; simplemente una parte de ESPACIO PÚBLICO convenientemente abrigado y equipado. 

Una cubierta, tres volumenes y una piel para definiri el espacio interior
A partir de operaciones puntuales de acupuntura en la estructura existente, se dota el nuevo equipamiento de luz, de aire, de relaciones visuales… El espacio resultante, totalmente diáfano, queda definido únicamente por el plano contínuo de la CUBIERTA, que se recorta para dejar entrar luz, por tres VOLÚMENES metálicos de colores vivos, que concentran los usos auxiliares y liberan el resto del espacio, y una PIEL perimetral de malla de acero inoxidable que permite limitar y dotar de calidad el interior, enriquecer el diálogo con el exterior y regular los flujos energéticos y lumínicos.

Contenedor de aire y de luz
Los nuevos lucernarios, el nuevo patio central, el tejido de la piel, etc. permiten maximizar el aprovechamiento de la luz natural y garantizar las condiciones más adecuadas para el uso de biblioteca, reduciendo la demanda energética derivada de la iluminación artificial. Los patios perimetrales ajardinados, que se generan aprovechando el desnivel existente entre interior y exterior, permiten calificar tanto el espacio de lectura como un entorno urbano demasiado gris, así como optimizar el funcionamiento higrotérmico del edificio y favorecer la ventilación natural cruzada. 

Construcción ligera y prefabricada
En contraposición al existente, pesado y rígido, se sobrepone una construcción ligera, a base de materiales prefabricados y de elementos de fácil montaje (y desmontaje). Las fachadas (módulos de malla de acero, módulos de chapa metálica lacada), la cubierta (planchas de aluminio, piezas de hormigón prefabricado), las compartimentaciones (tabiques de entramado autoportante, carpinterías de acero, vidiro), los acabados (plafones de resinas, pavimento continuo de goma) responden a la voluntad de minimizar residuso y costes energéticos, tanto en la fase de construcción y uso, como en la futura (si fuera el caso) nueva deconstrucción.