Se invita a los visitantes a la exposición a reunirse en torno a la mesa, en una relación de horizontalidad, con connotaciones participativas. Se llama a la interacción. La diversidad de formatos expuestos invita a mirar, tocar, leer, escuchar. 

Y conversar.

Se quiere fomentar el encuentro casual.

Y que cada visitante encuentre posibilidades de bucear en los contenidos hasta donde su interés le lleve.

Europan es un gran esfuerzo colectivo de investigación.

Y en ese contexto entran los 28 + 18 proyectos que queremos enseñar.

La mesa invita a aproximarse a los emplazamientos. A conocer sus realidades actuales y, a partir de ahí, a disfrutar de las soluciones planteadas. Más allá del virtuosismo y el acierto de sus planteamientos como proyectos aislados, las propuestas adquieren otra dimensión cuando se entiende qué aportan al sitio desde su posicionamiento en el debate y en asociación directa al lugar. 

El diseño de la mesa y las herramientas gráfico-cromáticas, son ayudas de mediación en este debate que se quiere pasen desapercibidas.

La mesa propuesta es modular. Formada por la adición de unidades de distinto tamaño que se refieren a la confluencia ideas distintas, a la colaboración de agencias diversas, a la participación de países europeos varios.

En ese sentido opera también la herramienta cromática. Que recoge bloques de contenido con una matización suave que lleva a distinguir uno de otro a la vez que no impone límites disruptivos entre las partes.

La proyección sobre el plano inferior de suelo desbordando la mesa hace explícita la idea de irradiación.  La gestación en red de los contenidos expuestos, la existencia de material sobre el que seguir explorando más allá del tablero expuesto, las asociaciones entre temas y lugares distintos, son conceptos que esta irradiación materializa.