Los propietarios de una empresa de distribución de cosméticos pretenden reformar y ampliar su sede añadiendo un local contiguo en la esquina del edificio. El programa requerido consta de recepción, oficinas, aula polivalente, cabina estética, almacén, office y aseos.
El proyecto ordena y cualifica los espacios según su función y la geometría del local. Se ubican las zonas de recepción y oficinas en la fachada, para convertir este espacio en el escaparate y en la imagen de la empresa a través de los vinilos que modulan la luz y filtran la relación entre dentro y fuera.
En el interior se organizan los armarios y las zonas de almacenaje en los bordes dejando diáfanos los espacios centrales, que se dividen mediante paredes acristaladas produciendo secuencias visuales solapadas y filtradas por vinilos en blanco y negro.
El uso propio de la empresa inspira la limpieza de líneas y la neutralidad de los espacios, construidos con dos materiales de acabado: baldosas de gres gris antideslizante para fachada y suelo, y tableros de DM pintados en blanco que forran todo el interior para convertirse en armarios, puertas, mobiliario, luminarias...