La planificación urbana en clave de infancia es un campo que actualmente está emergente en muchas ciudades del mundo. La cantidad de tiempo que los niños pasan jugando al aire libre, la capacidad de moverse de forma autónoma e independiente y el nivel de contacto con la natura, son indicadores del buen funcionamiento de una ciudad.

Concretamente, las escuelas son los lugares donde nuestros niños pasan buena parte de su tiempo, acontecen los espacios mas sensibles de la ciudad y, por lo tanto, hay que protegerlos de manera prioritaria en cuanto a la contaminación ambiental, tanto del aire como la acústica. Por eso, sus entornos tienen que ser lugares seguros y saludables, con espacios de estancia y juego para el confort de las personas.

Un proceso que se desarrollo de enero a junio de 2022.En enero se introdujo a los alumnos la temática y se los explicó que es un proceso participativo.

En febrero se desplegó un taller presencial con todos los grupos de 5.º de primaria de las 24 escuelas. El objetivo de estas sesiones era ayudar a los alumnos a enfocar mejor el tema y darles herramientas para desarrollar una mirada crítica sobre los entornos de sus escuelas y así adquirir el conocimiento para que pudieran, con un trabajo interno, liderar el proceso participativo con el resto de estudiantes de su escuela.

Durante el mes de marzo y abril, cada escuela llevó a cabo su propio proceso participativo de forma autónoma para recoger opiniones de todos los usuarios que cada día hacen uso.

La participación o la cocreación tiene que ser apropiada para la edad de los niños, tiene que ser un proceso creativo, divertido y que genere un entorno amable y de confianza. La ciudad es compleja. Por eso, cuando se interviene, se tienen que tener en cuenta muchas variables. Las escuelas son en el corazon de los barrios y forman parte del ecosistema de equipamientos: la ciudad entra en la escuela y la escuela sale a la ciudad. También hay que tener en cuenta, entre otros aspectos, las normativas de seguridad y los requisitos de accesibilidad de las personas con discapacidad. En algunos casos, tanto las unas como los otros delimitan y condicionan las posibilidades de acción de las propuestas, y a menudo es incompatible con las ideas surgidas del proceso de cocreació o exigen revisarlas y/o reformularlas para adaptarlas.

Posteriormente, cada escuela escogió sus representantes: los consejeros.
La figura encargada de concretar, trasladar y comunicar las propuestas al equipo de gobierno.

Durante el mes de mayo se hicieron dos sesiones de trabajo con los consejeros para concretar con una única propuesta por centro. Conceptos como urbanismo en perspectiva de género, ciudad jugable, la pertenencia comunitaria, la construcción de idearios colectivos y la inclusividad, son aspectos que se han abordado con los niños a partir del juego y su propia experiencia para facilitar la comprensión durante las sesiones presenciales en las escuelas y las sesiones con los consejeros.

La elaboración de la propuesta didáctica y de los materiales de apoyos, dinamización y evaluación de las sesiones presenciales, se ha diseñado para proporcionar una información clara, entendedora y accesible. La inspiración, la reflexión, la observación y el análisis, han sido los ejes que han estructurado las sesiones para que los niños puedan desarrollar propuestas muy pensadas y razonadas, teniendo en cuenta la complejidad del espacio público.

Finalmente, el 8 de junio, en audiencia pública los responsables municipales y los consejeros de cada escuela se reunieron en el salón de plenos del ayuntamiento de Reus para que los niños pudieran presentar las propuestas definitivas que habían escogido para mejorar el entorno de su escuela.

El desarrollo de las audiencias públicas facilita el trabajo en grupo de todos los implicados y mejora las relaciones entre la ciudadanía, los políticos y los técnicos municipales, hecho que se traduce en una resolución positiva de los conflictos y de las demandas vecinales. En definitiva, es una herramienta muy útil para defender los derechos de los ciudadanos y ciudadanas y que gracias al programa municipal "Infants Ciutadans", los alumnos de 5.º de primaria también pueden ejercer este mecanismo reconocido en una sociedad democrática.