Este proyecto se sitúa en un local en esquina que se abre a dos calles y a un patio exterior comunitario.El patio, antes de la reforma, no tenía conexión directa con el bar y se accedía desde la calle. Ahora, con la reforma, se crea un apeo en la fachada con dos vigas horizontales de acero UPN. Se busca la máxima apertura para generar permeabilidad y conseguir una mejor iluminación en el interior. La intervención, con la retirada de los falsos techos, descubre la estructura existente. Formada por un pórtico de hormigón que estructura el espacio en tres ámbitos: el espacio de barra y entrada, la cocina y aseos y el patio en el exterior. 

La barra y entrada.Es el espacio que hace de umbral entre la calle y el espacio central del bar. Donde la barra da la bienvenida a la Cresta. El techo con plantas colgadas y el mobiliario con forma de mesas redondas, da un ambiente fresco, festivo y distendido.

 La cocina y aseos.Se construye un espacio dentro del local que hace de contenedor de los espacios servidores: cocina, armarios para almacenaje y aseos. Para este mueble se ha utilizado un entramado ligero de madera de pino, consiguiendo una relación entre el dentro y fuera a partir de puertas, aberturas y ventanas para mejorar las condiciones de habitabilidad. El espacio se transforma gracias a un sistema de mesas abatibles que permiten ser plegadas con facilidad consiguiendo un lugar diáfano para eventos, fiestas y exposiciones.

El patio.Funciona como un segundo umbral entre la calle y el interior del bar. Una gran pérgola con vegetación de hoja caduca permite disfrutar de una buena sombra en verano y un buen soleamiento en invierno. El mobiliario de diferentes dimensiones y geometrías genera un espacio de convivencia donde tanto los adultos como los más pequeños encuentran su espacio de estancia. Para pavimento, se ha utilizado el material del derribo triturado como si se tratara de "grava" y así reciclar los residuos dándoles un uso y economizando el coste final de la obra.