El punto de partida de la propuesta era seguir las líneas-caminos para ubicar el proyecto. El complejo se dispone, como los caminos, en terrazas a diferentes niveles que se van estrechando y alargando en función de las necesidades propias del programa.
El emplazamiento del proyecto se encuentra en una pequeña colina, dentro del valle del Moncalvillo, situada a una distancia equidistante del pueblo y de una urbanización, desarrollada en torno a un nuevo campo de golf. Colina que se encuentra anexa a la carretera general y sesgada o rallada por caminos rurales a diferentes niveles que van dando acceso a las diferentes parcelas o terrazas.
El punto de partida de la propuesta era seguir estas líneas-caminos para ubicar el proyecto. El complejo se dispone, como los caminos, en terrazas a diferentes niveles que se van estrechando y alargando en función de las necesidades propias del programa.
Las terrazas, a diferentes niveles y conectadas a través de rampas, irán separando las zonas más públicas de las más privadas. Terrazas que también buscarán las vistas al valle del Moncalvillo.
A su vez, se entierra parte del programa, aprovechando los desniveles de la terraza, para conseguir integrar el complejo en el valle y así poder tener un menor impacto visual.
Una cubierta, sustentada sobre una estructura metálica, con una geometría curva y con un acabado de PVC gris, cubrirá las zonas que necesiten estar protegidas y marcará el aspecto singular del edificio.