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  • Atmósferas. Espacios arquitectónicos etéreos.

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  • Atmósferas. Espacios arquitectónicos etéreos.

  • Atmósferas. Espacios arquitectónicos etéreos.

Title: Atmósferas. Espacios arquitectónicos etéreos.
Date of completion: 28/09/2017
Doctoral thesis supervisor: Dr. Prof. José Morales Sánchez
Doctoral viva panel: Dr. Prof. José Luis Esteban Penelas. Dr. Prof. Federico Soriano Peláez. Dr. Prof. Jesús Marina Barba. Dr. Prof. Antonio Tejedor Cabrera. Dr. Prof. Juan José Vázquez Avellaneda.
Institution: E.T.S. A - Sevilla - US
Repositorio universitario: ver tesis
  • Abstract in Spanish
  • La atmósfera como concepto no es nuevo. Recurrimos a éste para referirnos a situaciones un tanto difusas, ambiguas, situaciones de difícil descripción de índole cotidiana y de uso coloquial (atmósfera agradable, tensa o erótica) aplicándose a personas, espacios y naturalezas en discursos de muchos y diferentes calados: políticos, estéticos, personales, relaciones interpersonales…

    Asimismo, se ha hecho uso del término de forma asidua en ambientes estéticos relativos al arte y a la arquitectura. Inicialmente muy amparado por el concepto de aura de Walter Benjamin, o en el de empatía que desarrollaría extensamente Schmarsow. Pero sería Böhme quien recuperaría el concepto de atmósfera (‘atmosphäre’) de la fenomenología de Hermann Schmitz para la redefinición de la estética, entendiéndola como ese ámbito espacial, portador de emociones, que constituye el medio en el que se relacionan las cualidades medioambientales y los estados anímicos humanos en todo momento. Se trataría de una estética esencialmente espacial, en la que el cuerpo ocupa una posición prioritaria como lugar del intercambio sujeto-entorno y en la que la experiencia deviene en fenómeno corporal multisensorial.

    La atmósfera nos hablaría, por tanto, de ambientes arquitectónicos en los que la materialidad, o la consciencia de materialidad, pasan a un segundo plano para que el protagonismo del espacio lo recupere el visitante-espectador a través de sus experiencias y acciones, las interacciones y las sensaciones que experimentan. Los espacios atmosféricos se presentarían como realidades en las que la envoltura física de los espacios se desvanece en beneficio del fenómeno, configurándose en mera información, una sucesión de efectos que una vez manipulados transmiten sensaciones al visitante-espectador. La materialidad es entendida como diálogo directo y volátil con el sujeto, trascendiendo de su condición objetual o matérica en búsqueda de lo etéreo a través de la combinación de efectos sensoriales.

    La atmósfera haría del aire su material de trabajo, y su objetivo sería la reconquista del espacio como campo de trabajo para la arquitectura, emulando cualidades mediante la generación de efectos para la creación de espectáculos espaciales con los que alcanzar un estado de empatía entre sujeto y espacio, por el que surge un diálogo fenomenológico entre ambos donde habría cabida para la subjetividad.

    La atmósfera se nos desplegaría fundamentalmente desde cinco enfoques diferentes, como nuevos factores de Vitruvio, con los que descubriremos las razones por las se nos aparece de forma transparente, homogénea, fragmentada, fluida y relativa.

    La atmósfera tendería a lo inmaterial, a lo transparente. Rehuiría de lo monumental, de lo univoco y totalitario, presentando estructuras fragmentadas. Sería ubicua y de relaciones basadas en la homogeneidad. Estaría ligada al movimiento y lo inestable, y no presentaría barreras a la fluidez. Sus estructuras rehuirían de lo fijo o lo absoluto, para disfrutar de una condición relativa en cuanto a su escala, forma o programa.

    La atmósfera vendría estimulada desde el avance imparable de las nuevas tecnologías y mass media, que no solo nos auxilian en las labores diarias si no que están haciendo mutar radicalmente nuestras formas de vivir y de relacionarnos socialmente, así como nuestra manera de pensar, de procesar y producir en general, pero también a la hora de proyectar arquitectura.

    Estamos inmersos en atmósferas, entremezclándonos con ellas, impregnándonos en ellas, nos moveríamos a través de ellas, un contexto etéreo y abstracto en el que el hombre como protagonista habita, explora, comparte y experimenta un espacio arquitectónico que llamamos atmósfera; y que, como ésta, comparte un alto grado de inmaterialidad y apariencia etérea. En definitiva, espacios que podrían ser definidos como aire cualificado por fenómenos generados desde efectos sensuales de propiedades intensivas.

  • Abstract in English
  • Atmosphere as a concept is not new. We use it to refer to situations that are somehow diffuse or ambiguous, daily situations in colloquial basis difficult to describe applied to people, spaces or natures in speeches coming from many different origins: political, aesthetical, personal…

    Likewise, the term has been used assiduously in aesthetic environments related to art and architecture. Initially very protected by the concept of ‘aura’ of Walter Benjamín, or by ‘empathy’ developed extensively by Schmarsow. But it would be Böhme who recovers this ‘atmosphere’ concept from Hermann Schmitz's phenomenology for the redefinition of aesthetics, understood as this spatial sphere bearer of emotions which conforms the medium where these qualities are related to the environment and to human states of mind in a constant and direct way. Essentially, atmosphere funds a spatial aesthetic where human body occupies a priority position where the subject-environment exchange takes place, and the spatial experience becomes a multi-sensorial body phenomenon.

    This atmosphere, therefore, is associated to architectural environments where materiality, or the consciousness of materiality, heads into a second ground recovering the leadership of this space to the visitor-spectator and their experiences, actions, interactions and feelings. Atmospheric spaces are presented as realities where the classical physical wrapping of space fades into the benefit of the phenomenon, building them up from the information as a succession of effects that, once manipulated, transmit feelings to the visitor. Materiality is understood as a volatile dialogue with the visitor, transcending its material condition in search of the ethereality through the combination of sensory effects. Therefore, air is the main material of this atmosphere, and its goal is the reconquest of space as a field of work for the architect. From there, emulating qualities are generated by effects for the creation of these spaces to reach a state of empathy between persons and space, through which arises a phenomenological dialogue between them and where subjectivity might appear.

    This qualified air called atmosphere would essentially reveal to us from five different approaches, like new Vitruvius’ factors, appearing to us in a transparent, homogeneous, fragmented, fluid and relative conditions. And so, atmosphere has the tendency to immateriality, trying to become transparent. It would avoid monumentality, univocally and totalitarianism, presenting fragmented structures. It would be ubiquitous and based in relationships of homogeneity and monotony. It would be linked to movement and present no barriers to fluidity. Its structure would shun from the fixed or the absolute goals, to enjoy a relative condition regarding its scale, form or program.

    Atmosphere would be stimulated by the unstoppable advance of new technologies and the mass media revolution, which not only helps us in our daily tasks but also they make a radical change in our lifestyles and the way we make social relations, as well as our ways of thinking, processing and producing in general, but also when designing architecture. The atmospheric spaces are the strange inheritances of the new virtual reality we are living in due our recent technology condition.

    We are immersed in atmospheres, intermixing with them, impregnating ourselves in them, we move through them. An abstract context where persons, as protagonist inhabits, explore, share and experience an architectural space which shares a high degree of immateriality and ethereal appearance. In short, spaces that have been defined as qualified air generated by phenomena from sensual effects and info of intensive properties emerging from an architecture that increasingly loses its materiality. So in this sense, the goal would be how to recognize these atmospheres and how to understand how the solidity and objectuality characteristic of architecture until nowadays seem to have been changed.

  • Abstract in Portuguese
  • A atmosfera como um conceito não é nova.Usamos isso para nos referir a situações um tanto difusas, ambíguas, situações de difícil descrição da natureza cotidiana e uso coloquial (clima agradável, tenso ou erótico) aplicadas a pessoas, espaços e naturezas em discursos de muitos e diferentes rascunhos: políticos, estéticos, relacionamentos pessoais e interpessoais ...

    Da mesma forma, o termo tem sido usado assiduamente em ambientes estéticos relacionados à arte e arquitetura. Inicialmente muito protegida pelo conceito de aura de Walter Benjamin, ou extensivamente desenvolver empatia que Schmarsow. Mas seria Böhme que se recuperam conceito atmosfera ('atmosphäre') da fenomenologia de Hermann Schmitz para a redefinição estética, entendida como as espaciais, emoções transportadora, que é o meio em que as qualidades ambientais relacionam e os humores humanos em todos os momentos. Seria uma estética essencialmente espaciais, em que o corpo ocupa uma posição de prioridade como a troca assunto lugar-ambiente em que a experiência torna-se no fenômeno corpo sinestésico. A atmosfera nos falam, portanto, ambientes arquitetônicos em que a materialidade, ou consciência da materialidade, passe o pano de fundo para o papel do espaço recupera o visitante-espectador através de suas experiências e ações, interações e as sensações que eles experimentam.

    Os espaços atmosféricos seriam apresentados como realidades em que o envelope físico dos espaços desaparece em benefício do fenômeno, configurando-se em mera informação, uma sucessão de efeitos que uma vez manipulados transmitem sensações ao visitante-espectador. A materialidade é entendida como um diálogo volátil com o sujeito, transcendendo sua condição objetual ou material em busca do etéreo pela combinação de efeitos sensoriais. A atmosfera faria do ar seu material de trabalho, e seu objetivo seria reconquistar o espaço como um campo de trabalho para a arquitetura, emulando qualidades através da geração de efeitos para a criação de espetáculos espaciais com os quais chegar a um estado de empatia entre sujeito e espaço, através do qual surge um diálogo fenomenológico entre ambos onde haveria espaço para a subjetividade.

    A atmosfera seria implantada fundamentalmente a partir de cinco abordagens diferentes, como os fatores vitruvianos, com os quais descobriremos as razões pelas quais elas aparecem de maneira transparente, homogênea, fragmentada, fluida e relativa. A atmosfera tenderia ao imaterial, ao transparente. Ele evitaria o monumental, o unívoco e o totalitário, apresentando estruturas fragmentadas. Seria onipresente e de relacionamentos baseados na homogeneidade. Estaria ligado ao movimento e não apresentaria barreiras à fluência. Suas estruturas fugiriam do fixo ou do absoluto, para desfrutar de uma condição relativa em termos de escala, forma ou programa. A atmosfera seria estimulada pelo avanço irrefreável de novas tecnologias e meios de comunicação de massa, que não apenas nos ajudam em nossas tarefas diárias, mas também mudam radicalmente nossos modos de vida e socialmente relacionados, bem como nosso modo de pensar, de processamento. e produzir em geral, mas também quando se trata de projetar arquitetura.

    Estamos imersos em atmosferas, misturando-nos com eles, mergulhando neles, movendo-nos através deles, um contexto etéreo e abstrato em que o homem como protagonista habita, explora, compartilha e experimenta um espaço arquitetônico que chamamos de atmosfera; e que, como este, compartilha um grau muito alto de imaterialidade e aparência etérea. Em suma, espaços que poderiam ser definidos como qualificados por fenômenos gerados a partir de efeitos sensuais de propriedades intensivas.

XIII concurso bienal (see historical details)
XII concurso bienal (see historical details)

Angel Barreno Gutierrez

Arquitecto
E.T.S. A - Sevilla - US
SEVILLE | SPAIN