En primer lugar y como eje fundamental: El profundo respeto por la naturaleza, un intento constante de cambiar el modo en el que la "utilizamos", como necesidad imprescindible para la humanidad a largo plazo.
Debemos, como arquitectos, mejorar el "hecho constructivo" en su conjunto. Un paisaje degradado por la especulación, unos recursos desaprovechados o malgastados, una arquitectura antifuncional y falsamente estética, etc. La acción local es fundamental, cada una de las conversaciones con conocidos y familiares ajenos al mundillo, marcando con claridad los puntos críticos a mejorar, y cómo se podría hacer. Y lógicamente, para aquellos que están situados en posiciones más privilegiadas (contacto con políticos, etc) una responsibilidad mayor pues las "conversaciones de cafetería y restaurante" deciden mucho más de lo que deberían en nuestro país.
En cuanto a la construcción, la sinceridad es un axioma, así como la economía de medios. La arquitectura de "diseño" en muchas ocasiones olvida la economía, y para obtener resultados estéticamente más limpios, deja de lado la industrialización, la estandarización y los materiales sencillos. Es preferible obtener resultados similares con medios menos complejos, y que además garantizan una mejor conservación con el paso del tiempo.
Trabajamos un en estudio compartido para arquitectura, diseño e ilustración, gracias al cual el campo visual no se limita, sino que se expande y comunica continuamente, valorando más el proceso creativo artístico y olvidándose de tendencias y modas difícilmente aplicables en un entorno (cliente, constructor y usuario) como el español, y en concreto el gallego; respecto a las mecas de la vanguardia artística y los grandes presupuestos.
La crisis ha marcado, a mi entender, el fin de una época. Los grandísimos proyectos de diseño tienen los dias contados (por lo menos durante un tiempo). La necesidad de rascacielos, ferias y grandes pabellones que demuestran lo bien que va todo ha desaparecido. He llegado el momento de ser humildes, honestos, sencillos. La arquitectura se basa en resolver necesidades y crear espacios, y es a ello a lo que debe dedicarse.
La informática supone un punto y aparte en los modos de crear, pero en nuestro país aún queda bastante para que esta aplicación llegue realmente a lo constructivo. Seguimos proyectando en mm y construyendo casi en medidas de 5 en 5 cm. El camino está marcado, pero necesitamos un cambio grande, que en parte es previsible que sea generacional. Deben terminarse los constructores "yo ese material no lo trabajo".