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Centro de Documentación / Ciclos

Ars Ignis. La poesía de la destrucción

 

El 2 de septiembre de 2004 ardía el Palacio Verde de Weimar, donde se encuentra la Biblioteca de la Duquesa de Anna Amalia (HAAB), declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sus ciudadanos vieron cómo una chispa era capaz de casi destruir, no sólo una de las bibliotecas más hermosas de Europa, sino parte de su patrimonio artístico, literario y musical. Su reacción para intentar salvar la biblioteca fue magistral. Esta catástrofe patrimonial agitó al mundo, así como lo hicieron, unos años después, las llamas que acecharon la catedral de Notre Dame [1] de París en el 2019. 

 

 

El edificio tardó tres años en volver a abrirse al público, y veinte años después, siguen todavía los trabajos de restauración de los libros. Cientos de cajas con fragmentos descansan en las estanterías del almacén de Karlsmühle. Este material, tan valioso como frágil espera su momento. Y es que, a pesar de tan exhaustivo trabajo de recuperación, entre todo el material archivado tras el incendio hay libros y fragmentos que, por el momento, no han podido ser restaurados o identificados.

Es imposible no preguntarse ¿qué sucederá con todo ese material que no será posible recuperar? Éste es el punto de partida del proyecto Ars Ignis. La poética de la destrucción, que pretende llegar a un lugar donde la ciencia ya no puede llegar, aportando nuevos significados a algunos de los fragmentos de los libros afectados por el fuego, reparándolos [2], de otro modo, a través de la metodología del arte.

Para ello, coincidiendo con el 20 aniversario del incendio de la HAAB se planteó una intervención dual, en la que utilizar la materia informada [3], cenizas y fragmentos de los libros calcinados. Una materia tan cercana al desecho como a la reliquia.

Ars Ignis, en latín, hace referencia al fuego como elemento creador. Ese fuego del que habla Heráclito, constructor y destructor. El mismo que crea cultura y que se conserva en el hogar [3], en la casa, en el primer refugio. Ese fuego de la alquimia, capaz de fundir metales, del que se sirve la escultura para dar forma. El mismo que, sin control, es capaz de destruirlo todo hasta convertirlo en nada, integrando con su fuerza a casi cualquier materia en el ciclo de la vida.

La segunda parte del título La poética de la destrucción, alude a la estética de la ruina, a su contemplación existencial. A su culto, que solo surge con la distancia temporal y física suficiente que es capaz de separarnos de la culpa, del dolor de la pérdida y del daño, tan propia del romanticismo alemán.

El proyecto consta de dos partes: El volcán negro y El archivo blanco. Cada una de ellas ha sido diseñada para cada una de las dos sedes con las que cuenta la biblioteca en la actualidad. La primera se ubica en la sala Rococó del edificio histórico construido entre 1562 y 1565, donde se fundó la biblioteca en 1691 por el conde Guillermo Ernesto de Sajonia-Weimar y que sufrió el incendio en 2004. Y la segunda en la Biblioteca nueva, en el Centro de Estudios (Studienzentrum), que fue inaugurado en el 2005, y diseñado por los arquitectos Karl-Heinz Schmitz y Hilde Barz-Malfatti.





" [...] el fuego como elemento creador. Ese fuego del que habla Heráclito, constructor y destructor."

El volcán negro consiste en una pequeña montaña de cenizas que provienen de los libros que sufrieron el incendio. Esta escultura ha sido colocada sobre una peana de plomo. Estos restos fueron recolectados en los talleres de restauración. Se trata de pequeños fragmentos de hojas quemadas que se desprendieron de los libros durante su manipulación para ser restaurados y recuperados. En algunos aparecen fragmentos de palabras, en otros ya es imposible leer cualquier contenido. La pieza reposa tranquila en medio de la sala, en el eje central, coincidiendo también con el centro de la balaustrada ovalada que corona el espacio. Esta pieza, concebida como un pequeño mausoleo, adoptó la forma de un volcán, con la intención de vincular dos estratos históricos: la historia del incendio de la biblioteca con los viajes de la duquesa Anna Amalia a Italia, su fascinación por Pompeya y por el Vesubio. Anna Amalia fue una de las primeras mujeres en adentrase en el Grand Tour. Ha quedado constancia de ello en el diario de su dama de compañía Louise von Goechhausen. Muestras de esta relación con el monte Vesubio, se exhiben en dos vitrinas adyacentes. En ellas se presentan elementos prestados del Archivo de Goethe y Schiller. Entre los objetos se encuentra por ejemplo el pasaporte de la duquesa, acuarelas de Johann Wolfgang von Goethe del Monte Vesubio, o dibujos del pintor alemán Johann Heinrich Wilhelm Tischbein de la tumba de la Sacerdotisa Mammia, quien pintó a la duquesa sentada en la Schola, o banco circular, que preside este monumento funerario en la Puerta de Herculano.

El archivo blanco es un armario de color blanco con diez cajones, ubicado en medio de la sala central del nuevo edificio de la biblioteca de planta cuadrada. En cada cajón se encuentra un fragmento calcinado que sobrevivió al incendio, a los que les acompañan nuevas historias. El material utilizado para esta pieza es una pequeña selección de los miles de fragmentos de libros que no han podido ser restaurados, y fueron seleccionados de entre el extenso archivo creado por las restauradoras. Para desarrollar esta pieza literaria y artística se invitó a diez escritores internacionales para que escribiesen nuevas historias. Siendo la propia literatura la que rescata a la literatura. Entre ellos se encuentran Alberto Manguel, Sonia Gentili, María Sánchez, Volha Hapeyeva o Javier Maderuelo. Esta pieza parte de la alegría del hallazgo del fragmento y de esa libertad de la que goza a veces la arqueología para reconstruir historias.

Ambas intervenciones no solo colaboran con la Biblioteca en la búsqueda del renacer de sus cenizas [4], sino que reflexionan sobre el valor de la literatura, el futuro de las bibliotecas y de los procesos de duelo y de restauración que constantemente tenemos que activar en nuestra búsqueda por la supervivencia. Además, Ars Ignis ha sido concebido no solo como un proyecto site-specific [5] sino también time-specific, ya que establece un diálogo directo con la historia del lugar y con un momento conmemorativo. 

Este proyecto amplía la práctica de intervenciones efímeras en espacios históricos desarrollada durante los últimos años. Y que empezó en Berlín en 2014, con la posibilidad de exponer en espacios expositivos alternativos de la ciudad, en fase de semi-abandono. Y que tuve la oportunidad de seguir desarrollando durante mi estancia en la Academia de España en Roma, con la intervención Mons Aureus en diálogo con el Tempietto de Bramante [6]. Aquella vez en búsqueda de la arena dorada obtenida del interior de unas grietas del Montorio, que se abrieron gracias a unas fuertes lluvias torrenciales. Material que finalmente acabó descansando en el altar, sobre un leve relieve del Arca de Noé.

Fotos: © Klassik Stiftung Weimar

Recursos

Todos estes recursos ofrécennos un panorama moito máis complexo e intenso.

 

Recurso CD
Libros
Materia informada (ES)
Deformación, conformación y codificación: procedimientos de almacenamiento de información en la materia
Audiovisuales
The Rookery
A City's Rise from the Ashes
Audiovisuales

Notre Dame de París 

Reflexiones desde el BlogFQ

Ver artículos
Anna Talens (España, 1978)

Artista interdisciplinar y doctora summa com laude en Bellas Artes por la UPV de Valencia. Es especialista en la práctica de proyectos site-specific efímeros para espacios arquitectónicos históricos. Ha disfrutado de estancias de estudios y de investigación en la Bauhaus Universität (Weimar), Universität der Künste (Berlín), The Australian National University (Canberra) y en The Central Saint Martin School of Art (Londres). Ha sido además becaria de la Academia de España en Roma y del Klassik Stiftung de Weimar. Su obra se ha podido ver, entre otros, en Gemäldegalerie (Berlin), Herzogin Anna Amalia Bibliothek (Weimar), Caixaforum (Barcelona), Matadero (Madrid), Azkuna Zentroa (Bilbao) y Museo d’Arte Contemporanea di Villa Croce (Génova). Forma parte diversas colecciones públicas y privadas. Su escultura de arte público en contexto “Palafit” se puede ver de forma permanente desde el 2022 en el entorno del CaixaForum de Valencia. | Foto: © Onesixone

annatalens.com

REFERENCIAS

[1] VVAA (21 de junio 2019-9 de agosto de 2022) [Selección de artículos sobre el incendio de Notre Dame en 2019] Fundación Arquia Blog. https://blogfundacion.arquia.es/?s=Notre+Dame+de+Par%C3%ADs&cat=&swp_category_limiter=0  
[2] CASTAÑEDA LÓPEZ, Carolina. (9 de agosto de 2021) Fundación Arquia Blog. https://blogfundacion.arquia.es/2021/08/cicatrices/  
[3] BORREGO GÓMEZ-PALLETE, Ignacio (2019). Materia informada: Deformación, conformación y codificación: procedimientos de almacenamiento de información en la materia. Fundación Arquia.
[4] Chicago Architecture Center. (2014) The Rookery: A City's Rise from the Ashes [Vídeo]. https://fundacion.arquia.com/es-es/mediateca/filmografia/p/Filmografia/Detalle/5540
[5] CARRASCAL PÉREZ, María F. (2015). City and Art. Cross-dialogues on Space = Ciudad y Arte. Diálogos Cruzados acerca del Espacio. [Tesis doctoral, Universidad de Sevilla] IDUS http://hdl.handle.net/11441/39112 
[6] ARREGUI, Juancho (2014) Vacío sobre blanco. [Vídeo] https://fundacion.arquia.com/es-es/mediateca/filmoteca/p/Documentales/Detalle/600