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Visualizar, envolver y acariciar.

¿Cómo exponer pintura?

¿Cómo exponer un período abstracto pictórico?

Estas son las premisas iniciales de esta exposición sobre la época abstracta del pintor de Tárrega Lluís Trepat, comprendida entre los años 1955 y 1961, cuando introdujo la abstracción en Lleida.

Cuatro hileras de listones de madera de pino sueco de 4.5 x 4.5 cm cada 40 cm y 320 cm de altura generan una malla vertical, soporte de la cuarentena de obras pictóricas que se exponen.

Un velo negro envuelve el espacio de manera que lo extrae del lugar y permite el control lumínico de cada obra.

La observación previa de las pinturas que se quieren exponer, óleos sobre tela o sobre táblex, con firmas y anotaciones diversas en la parte posterior, genera la idea de entender el cuadro como un objeto artístico superando la concepción clásica de la planeidad y la bidimensionalidad.

La obra se debe visualizar, envolver y acariciar.

La cronología y las dimensiones de cada obra generan ritmos y formas sincopadas y crea visuales superpuestas entre la repetición sistemática de líneas verticales dentro del espacio.

¿Cómo entender la pintura y al artista?

Su obra se explica a través de un fragmento de la entrevista realizada en aquella época por Mylos: “CON LUIS TREPAT” Destino, Barcelona, 20 de abril del 1957.

-Lo abstracto –dice Luis Trepat- ha sido para mí como una liberación. Ahora me siento totalmente feliz.

-¿Por qué?

-Porque mi pintura actual dimana de un proceso interior y no es susceptible de recibir influencias exteriores.

-Compone un quadro con anticipación? ¿Preestablece su vestimenta?

-No. Empiezo a pintar sin ideas preconcebidas. Considero el cuadro como una suma de elementos y voy quitando los superfluos. Podo el cuadro porque también soy jardinero.

-¿Jardinero?

-Sí. Cuido el jardín de mi casa.

Fresco debe estar aún en las memorias de muchas personas el recuerdo de las telas que Luis Trepat expuso el mes pasado en las Galerías Layetanas. Estos lienzos consiguen unir la seducción de los ojos con valores más profundos que son los valores de la pintura verdadera. Porque Trepat es un pintor auténtico, un pintor que pinta con júbilo su emoción de cada día. Su materia tiene un sabor extraordinario, una gran fluidez, una viveza que permite el hallazgo de armonías exquisitas, refinadas, distinguidas y de una limpieza cristalina.

La pintura abstracta de Luis Trepat no caerá nunca en lo decorativo, porque tiene una lozanía sorprendente, aliada con un sentido de la poesía que, mas allá de las apariencias de las cosas visibles, debe en fuentes profundas.

-Voy en pos de una depuración interior y formal a la vez  -me dice Trepat al despedirnos-. Quisiera alcanzar una simplicidad máxima. Lograr algo así como lo que conseguía el escultor del “Gog” de Giovanni Papini, que esculpió sus personajes como humo. Quisiera obtener esa chispa... pero eso es lo absoluto, y lo absoluto es inalcanzable.

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

II Edición 2008-2009