El trabajo del estudio aborda, sin complejos, desde las intervenciones de muy pequeña escala (rehabilitación, interiorismo) hasta los edificios mas complejos. El cambio de escala nos permite y obliga a replantear continuamente las relaciones espaciales, entre la arquitectura y su contexto, entre los usuarios y los espacios que ocupan, los detalles y sus diferentes escalas.

La definición de los espacios, la flexibilidad de usos en el tiempo, así como la ocupación prolongada a lo largo del día para obtener el máximo confort, son aspectos que se intenta hacer compatibles con las necesidades programáticas de partida. La materialización de los proyectos empieza del reconocimiento del contexto en el que se ubican, de su carácter específico, de la luz tan especial que baña cualquier superficie de nuestra tierra.

Damos mucha relevancia al concepto de borde, o límite, entre lo nuevo y lo preexistente, entre el dentro y el fuera, no solo como conceptos arquitectónicos sino también relacionados con la existencia del día a día: migraciones, turismo, globalización...